Polémica en redes por el cinturón Ferragamo de $3.000.000 que uso Gustavo Petro en su reunión con Iván Duque

El presidente electo visitó la Casa de Nariño usando una correa de la misma marca de lujo de los zapatos que ya le habían criticado

Guardar
Petro visitó a Duque con
Petro visitó a Duque con una costosa correa. Twitter - @Petrogustavo

El electo presidente Gustavo Petro hizo presencia en la Casa de Nariño, para iniciar el proceso de empalme con el actual mandatario. Iván Duque recibió a su par junto a varios miembros de su gabinete, sin embargo, a pesar que el trasfondo de importancia era el encuentro entre los dos políticos, algunas miradas se enfocaron en la vestimenta de Petro y cuestionaron el costo de su correa.

El primer arribo de Petro a la casa presidencial fue el foco de las cámaras, pues la rencilla entre Duque y el presidente electo ha tenido un largo historial, empero, se esperaba que el encuentro fuese hostil, pero la polémica se desató por el cinturón italiano que portaba Gustavo Petro, pues muchos cuestionan que su idea austera y de equidad, poco tiene que ver con los accesorios que usa.

También puede leer: Nueva excepción para Sebastián Villa: cambian de fecha su indagatoria y podrá jugar este viernes contra Unión de Santa Fe

En el mercado, la famosa correa tiene un estruendoso costo para algunos, pues la Gancini buckle belt de Salvatore Ferragamo, tiene un precio aproximado de $637 dólares, es decir, $2.596.000 mil pesos según la tienda. Este artículo es descrito por Farfetch como un cinturón labrado “en piel de becerro de color negro de Salvatore Ferragamo con hebilla Gancio característica de la marca, diseño ajustable, detalle de agujeros, punta recta y hebilla en tono plateado”.

Fueron varios los comentarios en redes sociales en contra del presidente electo, pues trajeron a colación su ideal de proyecto económico y el desarrollo de sus ideas progresistas, según los detractores, no hay una razón válida para invertir en una correa que se acerca a los tres millones de pesos, mientras se busca presuntamente el ahorro y distribución equitativa de la riqueza.

También puede leer: Andrés Londoño, el colombiano que pasó de ser aseador a best seller nacional: “Leer siempre será la herramienta más poderosa para elevar nuestro nivel de conciencia”

Los comentarios

Como ridículo fue tildado el mandatario elegido por los colombianos, pues destacaron que su discurso se basa en atacar a la alta alcurnia mientras viven al mismo estilo que ellos. “El nuevo Socialismo del Siglo XXI y sus exponentes más ridículos. Los que atacan a la clase alta, viven en una mansión, se mueven en camionetas lujosas, usan cintos y zapatos Ferragamo, pero dicen representar a los humildes de Colombia”, señaló un usuario de Twitter.

Trino contra la correa de
Trino contra la correa de Gustavo Petro.

Quien no se quedó atrás fue el excandidato presidencial Enrique Gómez, quien en varios debates tuvo acaloradas discusiones con Gustavo Petro y en este caso volvió a arremeter, el político trajo a colación el concepto de Francia Márquez de “vivir sabroso”, insinuando que el gobierno entrante viviría a costas del dinero de los ciudadanos.

Enrique Gómez sostuvo: “colombianos, listos a pagar los Ferragamo, porque ya sabemos quiénes son los que van a vivir sabroso”.

Trino contra la correa de
Trino contra la correa de Gustavo Petro.

Cabe resaltar que hay un amplio antecedente con este polémico tema, pues incluso desde hace varios años es común ver a Gustavo Petro con zapatos y correas de dicha marchas, algunos atañen este estilo a la presencia de su familia en la bota europea, sin embargo, es un detalle que puede pasar desapercibido, pues lo importante en el debate son las propuestas según sus defensores.

Asimismo, el exalcalde de Bogotá ha explicado que hace dicha inversión por la calidad del calzado y la durabilidad que pueden tener las prendas. “No es que me guste, sino que aquí uno escoge: si dura, entonces se ahorra uno un billetico, porque es más caro”, aseguró hace algún tiempo en una entrevista con la periodista Vicky Dávila.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar