Las lluvias siguen causando estragos y emergencias en todo el país, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Ungrd, en lo que va corrido del mes de junio, se han registrado afectaciones en al menos 110 municipios, dejando a más de 3.100 familias damnificadas (unas 10.500 personas), de los cuales van 12 fallecidos; 2.333 viviendas registran daños, 54 se destruyeron por completo, 20 puentes han tenido averías, 8 colegios, 2 centros de salud y la lista sigue.
Pero, las cifras lamentablemente seguirán aumentando, uno de los eventos se registró en la madrugada; en Bogotá, exactamente en el barrio Tocaimita, de la localidad de Usme, nuevamente hubo un deslizamiento de tierra que arrasó con varias casas.
El director del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER), Guillermo Escobar, informó en diálogos para Caracol Radio sobre el desastre que ha generado este invierno: “Desde el día el martes, hasta la noche del miércoles, hemos venido evaluando la situación que se ha presentado en Usme, donde ocurrió un fenómeno de remoción en masa con el colapso de 13 viviendas de origen informal. Construcciones bastante débiles”.
Hasta el momento, de los 43 predios examinados, 38 generaron actas de evacuación; afectando a 67 personas, 30 adultos y 37 menores.
Lo preocupante, según los habitantes del sector, es que hace 20 días se vienen presentando varias emergencias, no solo los deslizamientos, caídas de árboles, derrumbes de vivienda y demás contingencias tienen azotadas a las familias de bajos recursos que viven allí.
Este al ser un barrio de invasión, donde las casas construidas con improvisados materiales, destacándose las tablas y las latas, se ubica en una zona boscosa, lo que aumenta el riesgo de que se presenten este tipo de contingencias. El problema como lo ha expresado la comunidad, es que no tienen para donde irse.
“Hace 20 días se le cayó un árbol a una señora enfrente de la casa, llegaron los bomberos y pues le dijeron que le entregarán la dirección, pero acá no hay. La respuesta fue: ustedes no podían construir porque es una zona boscosa y nosotros no podemos hacer más nada. Cogieron y se fueron, la comunidad tuvo que cortar el palo y esto no sirvió de alerta porque a partir de eso empezaron a derrumbarse las casas ya que se levantó el piso”, dijo una residente de Tocaimita, que perdió su vivienda.
Según ella, el IDIGER le dijo que en unos 20 días le darían una ayuda económica, pero, lo que piden en la comunidad es que les colaboren para tener una “vivienda digna”, pues con el paso de los días, han tenido que sacar de la tierra lo poco que tenían, ya que la montaña se lo llevó todo.
Al ser un barrio de invasión, las autoridades no tienen cifras oficiales de los damnificados, por lo que en el transcurso del día se adelantará un censo para identificar a los afectados. Preliminarmente se estiman que unas 50 casas se han perdido, de las cuales unas 8 se perdieron durante la madrugada.
Además, según cuentan los residentes de Tocaimita, todavía se escucha como se mueve la tierra, por lo que temen que se sigan perdiendo las viviendas y los pocos enseres que quedan en pie.
Por lo menos en Bogotá y la Sabana se ha visto una leve disminución de las lluvias, pero, precisamente las autoridades habían señalado que esto se está presentando por el cambio estacional, pero, el invierno continúa, las tormentas se extenderán al menos hasta agosto, mientras que en otras regiones del país podrían llegar hasta fin de año; por ejemplo en el Caribe, las precipitaciones podrían superar los registros históricos, además que están en alerta por la presente temporada de huracanes.
“Estamos finalizando el primer semestre del año, el cual nos ha traído gran cantidad de lluvias y de acuerdo con lo esperado estas no van a parar aún, hay unos pronósticos que nos indican que, aunque esta es una época de descenso de las precipitaciones están continuarán registrándose especialmente en las regiones Caribe y Orinoquia. Ante este panorama debemos fortalecer nuestras capacidades, sabemos que muchos departamentos han estado al límite de capacidades, pero debemos continuar generando estrategias para poder atender de manera conjunta a quienes se han visto afectados por estos eventos de lluvias”, explicó el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Eduardo José González.
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