Excomandantes de las Farc reconocieron que cobraron rescate por secuestrados que ya estaban muertos

Milton de Jesús Toncel, conocido bajo el pseudónimo de ‘Joaquín Gómez’, reconoció ante las víctimas del conflicto los actos más crueles que causó el secuestro como política de financiación de la guerrilla

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Julian Gallo, Pastor Alape and Rodrigo Londono, former commanders of the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) and now members of the Revolutionary Alternative Common Force political party, attend a recognition hearing, organised by the Special Jurisdiction for Peace (JEP), for the kidnappings perpetrated in the framework of the armed conflict, in Bogota, Colombia June 21, 2022. REUTERS/Luisa Gonzalez
Julian Gallo, Pastor Alape and Rodrigo Londono, former commanders of the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) and now members of the Revolutionary Alternative Common Force political party, attend a recognition hearing, organised by the Special Jurisdiction for Peace (JEP), for the kidnappings perpetrated in the framework of the armed conflict, in Bogota, Colombia June 21, 2022. REUTERS/Luisa Gonzalez

Este miércoles 22 de junio, ante la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz se sigue llevando a cabo la audiencia de reconocimiento de responsabilidad por parte de varios exintegrantes de la guerrilla de las Farc, en cumplimiento con el compromiso que hicieron en los Acuerdos de Paz. En la mañana de este día los excombatientes nuevamente revelaron dolorosos detalles sobre el uso del secuestro con fines de financiación del grupo armado.

Cabe resaltar que esta audiencia se está realizando desde el martes 21 de junio y hasta el próximo jueves 23, con la presencia de Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo Torres Victoria, Pastor Lisandro Alape Lascarro, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo Cubillos y Rodrigo Granda Escobar.

“Nosotros venimos a asumir la crueldad que involucró este crimen, porque fue hacer rehenes a todas las familias, generar todo ese dolor y la incertidumbre de si la persona iba a volver viva, y la incertidumbre de quien estaba en cautiverio de cómo estaría su familia ... Esta práctica fue incontrolable en muchas regiones”, estableció Pastor Alape al inicio de la audiencia.

Sin embargo, una de las acotaciones más importantes que se hicieron el día de hoy ante la JEP fue el reconocimiento de Milton de Jesús Toncel, conocido bajo el pseudónimo de ‘Joaquín Gómez’, quien reconoció que en muchas ocasiones, la guerrilla de las Farc seguía cobrando las extorsiones a las familias de los secuestrados, incluso cuando estos ya habían muerto en medio del cautiverio.

“A veces la persona moría en cautiverio y a pesar de ello, hubo muchos casos en los que a los familiares no se le decía nada sino que se les seguía cobrando (…), cuando la actitud más lógica más sensata, más humana, era comunicar a la familia y regresar el cadáver”, relató el exguerrillero ante los magistrados de la JEP.

Ante esto, la guerrilla acudía al cobro por la recuperación del cadáver para que, a pesar de la muerte del secuestrado, el fin de dicha actividad sí culminara con ingresos económicos a la guerrilla de las Farc.

Toncel señaló que ingresó a la guerrilla en 1985, luego fue comandante del Bloque Sur en 1993 y, finalmente, hizo parte del secretariado de las Farc desde 2008 hasta 2016, cuando se acogió al Acuerdo de Paz y abandonó las armas. Reconoció su responsabilidad individual y colectiva en los secuestros realizados por la extinta guerrilla y calificó de ‘incuantificables’ las consecuencias de esta política de financiación.

Para el exguerrillero, uno de los hechos más gravosos fue el intercambio del secuestrado por familiares, “es una expresión de degradación de los principios revolucionarios, éticos que deben regir, donde los seres humanos son vaciados de su contenido humano y se objetivizan con fines mercantilistas. Al humano se le pone un precio”, recalcó.

También se refirió al mal trato que recibieron las personas que estuvieron cautivas por los guerrilleros y reconoció que fue una violación de los derechos humanos, resaltando que hubo momentos en los que ni siquiera importaba el estado de salud o la avanzada edad del secuestrado, recibía el mismo trato que otros cautivos.

El exintegrante resaltó que en muchas ocasiones las familias se sentían culpables por no poder pagar el rescate de sus familiares, pero resaltó que “la culpa fue nuestras y de nadie más”. También dijo que lo peor del secuestro se daba “cuando el secuestrado nunca más volvió a su casa, y las familias nunca supieron de su paradero y aún no saben” y señaló que la comisión está enfocada en dar a esas personas la información de los secuestrados.

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