A más de 10 años de cárcel fue condenado por la Corte Suprema de Justicia Luis Enrique Salas Moisés, un pastor evangélico y exrepresentante a la Cámara de Representantes, quien le exigía a dos de los colaboradores de su antigua Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) una cuota de sus salarios para permitirles continuar en sus cargos.
Según informaron en el informativo de televisión Red+, los hechos ocurrieron en los tres periodos de legislatura en que estuvo en el Congreso de Colombia, de 2002 a 2011, cuando perdió su investidura.
En el alto tribunal, reseñaron en ese noticiero, establecieron que los colaboradores a los que les exigía la cuota también eran fieles de la iglesia En tu Presencia, donde era líder religioso, bajo la promesa de que los seguiría manteniendo vinculados a su equipo de trabajo.
“Abusando de sus funciones como representante a la Cámara, ejecutó actos de poder tendientes a exigir indebidamente a dos de los trabajadores de su unidad de trabajo legislativo la entrega de parte del salario que percibían como funcionarios del Congreso de la República”, señala el fallo.
Precisamente, en el periódico regional El País destacaron que en la Corte Suprema de Justicia argumentaron que Salas aprovechó la coacción que le daba ser un destacado integrante el mencionado movimiento de fe.
“Se aprovechó no solo de su investidura como congresista, sino de la posición de líder que ocupa en la Iglesia Cristiana, así como de las necesidades de los mencionados excolaboradores y miembros de la congregación religiosa a las que no era ajeno, para usarlos a su favor y obtener de estos un provecho para sí, con pleno conocimiento de que su actuar se adecuaba al tipo penal imputado”, destacaron de la sentencia.
En ese medio de comunicación agregaron que Salas tendrá que pagar a una de las víctimas 302 millones de pesos como indemnización, y otros 68 millones al otro colaborador con el que obtuvo el redito monetario.
Mientras que en el periódico El Tiempo, destacaron de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que los daños económicos que produjo atentaron contra los valores de su cargo político.
“Afectó los principios de probidad, moralidad y transparencia que le eran exigibles, traicionó la confianza de sus electores, lesionó los bienes jurídicos de la autonomía personal y del patrimonio económico, y causó daños y perjuicios en cuantía de 5′484.833 de pesos″, señala el expediente.
Recién fue despojado de su investidura como representante a la Cámara, el pastor religioso dijo en su defensa que se trataba de un apoyo financiero relacionado con su fe, que de ninguna manera había sido exigido.
“Yo no le puedo decir a alguien que no pague sus diezmos, eso no me corresponde a mí, si ellos lo daban no es mi problema. Además, ese aporte es una obligación que manda la Biblia”, dijo.
De esta manera el exrepresentante fue condenado por el delito de concusión continuado en concurso homogéneo por la que se le condenó a 10 años y 11 meses de cárcel. También fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 103 meses y 13 días, y tendrá que pagar una multa de 200 salario mínimos mensuales legales vigentes, es decir más de 200 millones de pesos.
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