General en retiro fue llamado por la justicia por el caso del homicidio del grafitero Diego Felipe Becerra

Francisco Patiño Fonseca es acusado por presuntamente haber desviado la investigación de la muerte del artista callejero conocido como ‘Tripido’ en el 2011 en el norte de Bogotá

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General de la Policía de Bogotá Francisco Patiño y el joven grafitero Diego Felipe Becerra.
General de la Policía de Bogotá Francisco Patiño y el joven grafitero Diego Felipe Becerra.

Fue informado que el próximo jueves 23 de junio será presentado por la Fiscalía General de la Nación el escrito de acusación en contra del general retirado Francisco Patiño Fonseca, presunto señalado de haber intervenido para desviar la investigación del homicidio del joven grafitero Diego Felipe Becerra conocido como ‘Tripido’ en el 2011 a manos del patrullero Wilmer Antonio Alarcón.

El General en retiro Patiño deberá responder por los cargos de favorecimiento en homicidio, fraude procesal y ocultamiento y destrucción de elementos materiales probatorios. Según indica el escrito de acusación el entonces comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, habría intervenido en la escena del crimen para hacer parecer que el asesinato contra el joven de 17 años fue un acto de ‘legitima defensa’ del patrullero Alarcón.

El ente acusador señala que se implantó una arma de fuego obtenida en el mercado negro, además se consiguió un falso testigo para que señalara que el joven Andrés Felipe Becerra habría participado en el robo a un bus de servicio público que circulaba por la calle 116 con Av Suba, todo esto para descreditar a la víctima y limpiar la imagen de la Policía Nacional.

A final de año anterior se supo que el ente acusador iba a imputar al General en retiro Patiño, cuando esto sucedió un Fiscal señaló “Cuando ya no se desempeñaba como comandante de la Policía Metropolitana influyó en que los policías vinculados tuvieran privilegios en su lugar de reclusión (...) El patrullero Alarcón tuvo una visita especial suya en compañía de una dama antes de la audiencia de imputación de cargos”.

Además de esto el Fiscal indicó que no fue exclusivamente el General en retiro Patiño el único alto mando en presuntamente desviar la investigación, sino que importantes uniformados estuvieron presentes en la estrategia para limpiar la imagen de la institución.

“El teniente coronel Nelson de Jesús y el teniente coronel Eliécer Camacho, comandante de la Sijín MeBog cumplieron las tareas necesarias que consistieron en ubicar, contactar y entrevistar al señor Jorge Eliécer Narváez, un conductor de una buseta de servicio público quien el día 22 de agosto de ese año, siendo aproximadamente las 5 pm, en el CAI del barrio 20 de Julio, y en su presencia señor general instauró una denuncia penal en donde narró hechos contrarios a la verdad que enteramente beneficiaban la tesis de la defensa del patrullero Wilmer Antonio Alarcón, a la imagen de la Policía Metropolitana de Bogotá, obviamente a su comandante y avalaba la adulteración de la escena en la que participaron altos oficiales”.

La noche de los hechos

Diego Felipe Becerra rechazó una salida a cine con sus papás para ir con sus amigos a pintar un grafiti. En esas estaba la noche del 19 de agosto de 2011, bajo el puente de la calle 116 con avenida Boyacá, dejando grabada la imagen del Gato Félix, cuando fueron sorprendidos por policías.

Los jóvenes corrieron porque para evitar que los uniformados les quitaran las pinturas, pero el patrullero Alarcón, entonces adscrito al CAI Andes, alcanzó a Diego Felipe y le disparó. El menor de 16 años de edad fue llevado a la Clínica Shaio con una herida el área lumbar de la espalda que le causó la muerte, después de llegar al centro asistencial.

Su padre llegó a la clínica, conoció el fallecimiento, y un uniformado le dijo que había encontrado un arma. En la escena del crimen vio a los policías en una dudosa conversación y decidió alertar que había una alteración de los hechos, pues su hijo estaba pintando un grafiti. No era un criminal. A partir de ese momento, se empezó a desenmascarar el entramado que buscaba inculpar al menor de edad para salvaguardar la libertad del patrullero.

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