Guardia Indígena reportó que hombres armados amenazaron a comunidad en el Cauca para que no votara

Cuando acudieron al lugar, los delincuentes se dieron a la fuga, pero lograron detener a uno que señaló que formaba parte de la inteligencia de Ejército

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Imagen de referencia de la Guardia Indígena. Foto: Colprensa
Imagen de referencia de la Guardia Indígena. Foto: Colprensa

Aunque las autoridades aseguraron que la jornada de votación presidencial de segunda vuelta se desarrolló en calma en el país, en el departamento del Cauca se reportó el homicidio de dos líderes sociales militantes del Pacto Histórico en los municipios de Guapi y El Bordo; mientras que en el cabildo indígena de Cohetando, en Páez, denunciaron que un grupo de hombres armados los amenazó para que no ejercieran su derecho al voto.

En la emisora La W Radio consultaron con el Consejo regional indígena del Cauca (CRIC) donde les informaron que una vez recibieron la alerta de la incursión, la Guardia Indígena acudió al lugar y allí se dieron a la fuga los criminales.

“Portaban armas de corto y largo alcance y llegaron a algunas veredas del resguardo para amenazar a nuestras comunidades e impedirles que salieran a ejercer el voto. Situación por la que la Guardia reactivó puntos de control y en uno de ellos se encontraron con este grupo que emprende la huida”, informaron desde la coordinación de Derechos Humanos del CRIC.

En su escape uno de los supuestos integrantes del grupo armado se lanzó loma abajo y terminó lesionado, por lo que los miembros de la Guardia Indígena lo atendieron inicialmente. El hombre posteriormente le indicó que formaba parte del Ejército.

“Se logra la captura de uno de los integrantes del grupo armado y se le prestan los primeros auxilios porque cae sobre un acantilado cuando huía. En la primera versión que brindó se identificó como un miembro de las fuerzas militares que estaba haciendo labores de inteligencia”, agregaron en el CRIC.

En la comunidad indígena del resguardo hay preocupación por lo ocurrido y le solicitaron a la Fuerza Pública aclarar lo ocurrido, sin que hasta el momento les hubieran brindado respuesta.

Este hecho se suma al homicidio de Roberto Carlos Rivas y Jersain de Jesús Ramírez. El primero fue ultimado en Guapi y era testigo electoral de la colectividad de izquierda para las votaciones presidenciales; mientras que el segundo fallecido fue ultimado en el municipio de El Bordo, donde era reconocido por su trabajo por la defensa de los Derechos Humanos.

Rivas, según los testimonios preliminares de la comunidad, fue ultimado por un grupo de hombres armados que le dispararon cuando se dirigía a cumplir su función como de veeduría de la jornada en una institución educativa de Guapi.

“Se trata del ayudante de la parroquia San Martín del barrio Las Américas, quien salió de su casa con rumbo hacia el colegio San José para cumplir su función de testigo electoral, cuando en dicho trayecto fue atacado con arma de fuego, lo que le causó la muerte”, citaron de las declaraciones de dos líderes comunitario en el periódico El País de Cali.

En la Policía también confirmaron lo ocurrido con el militante del Pacto Histórico y aseguraron que ya se iniciaron las indagaciones para procesar a los criminales.

“Estamos verificando esa información también con Policía Nacional a ver cómo sucedieron esos hechos para que el fiscal que está destacado en ese sector asuma de manera inmediata el conocimiento de la investigación indagación de esos hechos establecer cuáles fueron los móviles de ese homicidio”, sostuvo el coronel Gustavo Adolfo Martínez, comandante de la mencionada institución en Cauca.

El otro homicidio fue el de Jersain de Jesús Ramírez Ospina, quien recibió varios disparos cuando estaba trotando en las inmediaciones del Coliseo Cubierto María Teresa Ayerbe de González en El Bordo, según detallaron en El País.

Al parecer, el homicida salió sorpresivamente de una zona boscosa y amenazó al defensor de Derechos Humanos, junto a otra una pariente que lo acompañaba para que le entregaran sus objetos de valor.

“La familiar desesperada le rogaba a Parva, como era conocido cariñosamente el líder social, para que entregara sus pertenencias, mientras que buscaba calmar al delincuente, en ese momento la víctima intentó sacar 20.000 pesos de uno de los bolsillos de la pantaloneta, pero el antisocial le disparó en dos ocasiones”, narraron allegados de Ramírez.


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