A solas con Esperanza Gómez: se destapó sobre sus miedos, preocupaciones y otras intimidades

“Siempre he sido clara y es que yo nunca me he dedicado a la pornografía al ciento por ciento, yo hice unas cuantas escenas y paré porque en ese momento a mí, mi esposo colombiano, me pagaba absolutamente todo. Por ejemplo, si tenía que ir a hacerme las uñas él me lo pagaba, entonces yo no necesitaba trabajar, lo hice porque yo amo la pornografía, me parece algo hermoso y maravilloso, así la gente diga que es vulgar, ordinario, barato y que lo tilden de la manera que quieran, pero para mí eso es arte, la desnudes y el acto sexual son algo bonito, me apasiona y me estremece”, explicó.

“Por la infancia que tuve a mí me encanta el campo y yo, de hecho, me imagino mi vejez viviendo en una finca, sembrando jardines, teniendo una huerta, teniendo un lago con pescaditos y cuidando animalitos porque todo eso me encanta, entonces creo que sí voy a vivir mi vejez. Y aunque yo ya estoy vieja en la cédula, me siento toda una mamacita”, comentó la caldense de 42 años entre risas.

“Precisamente a la vejez. Mucha gente dice que le tiene miedo a la muerte, pero yo no, yo le temo a la vejez y no porque vaya a tener arrugas ni nada de eso, aunque obviamente no quisiera, sino que me asusta el hecho de saber que esa etapa a uno lo incapacita y uno termina dependiendo normalmente de terceros, y esos terceros pueden ser personas buenas o personas que a la larga terminan maltratándote. Hay mucha gente que cuida a personas ancianas y las maltrata, mientras ellos no tienen ni sienten el valor de decir que están siendo golpeados o ultrajados, entonces esa parte me asusta de la vejez”, aseveró.

“En ocasiones hay contratos o negocios que uno hace y tiene como ciertas expectativas, creyendo que todo va a salir bien, por supuesto, pero siempre hay alguien que se las ingenia para hacerle la cagada o la jugada a uno. Además, a mí me parece triste que, por el hecho de venir desde abajo y volverme una figura pública y polémica por mi profesión, la gente se ensaña conmigo sin que yo les haya causado algún problema. Simplemente por ser Esperanza Gómez y hacer pornografía, por ejemplo, si tengo algún proceso que hacer en una entidad del gobierno, esa persona utiliza su poder para afectarme, tan solo porque no le gusta mi trabajo. Es ridículo que uno, como figura pública, tenga que enfrentarse a ciertas personas del gobierno que te atacan por tu trabajo, cuando yo no he cometido ningún delito. Esas son las preocupaciones que más me trasnochan y me quitan el sueño”, agregó.

“Para mí la felicidad completa no existe eso es un sueño y es una utopía. Tenemos idealizada una imagen de la felicidad total que no es cierta y no existen, aunque sí hay momentos felices, pero eso es muy diferente. Yo tengo momentos muy felices, por ejemplo, cuando estoy acariciando a mi perrita y ella se desbarata dándome mi amor o, como lo dije anteriormente, a mí me encanta la naturaleza y las plantas, entonces cuando veo el proceso desde que siembro alguna y empieza a crecer y a dar retoños, a mí eso me da felicidad. En ocasiones, la gente cree que el dinero compra la felicidad, pero no, el dinero compra estabilidad y comodidad, pero no felicidad, es que ni siquiera compra salud, porque uno se puede pagar un excelente seguro médico, pero si tiene una enfermedad terminal se puede ser multimillonario y ni siquiera eso lo va a salvar. La felicidad con el encuentra en las cosas más simples y más básicas de la vida”, concluyó.