“Apareciste y no como queríamos”: gobernador de San Andrés confirmó la muerte del niño de 10 años perdido en Providencia

La Policía sanandresana anunció que criminalística aplicará un “protocolo especial” para establecer las causas del deceso del pequeño; los familiares de la víctima aseguran que lo mataron

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Encontraron muerto a Neyker Livingston, el niño que desapareció en Providencia. Foto: redes sociales.
Encontraron muerto a Neyker Livingston, el niño que desapareció en Providencia. Foto: redes sociales.

Una dolorosa noticia recibió la familia de Neyker Livingston, el menor de 10 años que se había perdido esta semana en la isla colombiana de Providencia: las autoridades confirmaron que lo encontraron muerto, mientras que sus familiares aseguran que al pequeño lo habrían asesinado.

Luego de una búsqueda incansable y de que hasta la Alcaldía de Providencia ofreciera una recompensa por quien diera información del pequeño, que desapareció el pasado 13 de junio de la casa de su abuela, este miércoles 16 de junio, los familiares de la víctima confirmaron, mediante redes sociales, que el pequeño Neyker estaba muerto.

Tras el anuncio de este doloroso suceso, las autoridades locales y departamentales se dirigieron hasta la casa del pequeño para brindar las ayudas necesarias a sus allegados. Además, anunciaron que iniciarán las labores para establecer el lugar, la manera y demás detalles del suceso en el que el infante perdió la vida. Por ahora, no hay una causa exacta de su fallecimiento.

“Teniendo en cuenta que el cuerpo del menor se encontró en una cisterna, se acaba de destacar un equipo especializado en criminalística. Por su puesto, tendremos el acompañamiento de los fiscales del archipiélago. Al cuerpo del menor le haremos un protocolo especial”, señaló la comandante de la Policía de San Andrés, coronel María Elena Gómez.
Familiares buscan a Neyker Livingston
Familiares buscan a Neyker Livingston

Dentro de las versiones que maneja la coronel Gómez, el niño de 10 habría perdido la vida al ahogarse en uno de los manglares del archipiélago, sin embargo, no se refirió a la teoría de que lo mataron, tal y como denuncia su familia. “En estos momentos aborda un avión para desplazarse hasta el municipio de Providencia, con un equipo de criminalística para establecer en qué circunstancias fue a parar el cuerpo del menor a la cisterna llena de agua, donde murió al parecer por ahogamiento”, agregó la comandante.

Por su parte, desde la Gobernación de San Andrés y Providencia enviaron condolencias a la familia del infante y catalogaron el suceso de ‘triste’. “Apareciste y no como queríamos”, señaló Everth Hawkins, gobernador del departamento a través de sus redes sociales.

Sobre el caso

De acuerdo con las primeras versiones, Neyker se fue a dormir el pasado 13 de junio y hacia las 10 de la noche se despidió de su abuela, Gloria McNish Hugson. Desde entonces no se sabe nada de él. Según contó Gloria, el niño dejó las luces encendidas como solía hacer siempre para poder conciliar el sueño. Luego, le dio unas instrucciones, puesto que al día siguiente no iba a estar en la casa para acompañar al menor:

“Como ella tenía que salir al otro día a hacer unas diligencias, le dijo que todo quedaba listo. Le explicó que el jugo quedaba hecho, que quedaba con el celular cargado por si necesitaba hablarle y que quedaba la ropa y la camisa ordenadas para ponérselas después del baño”, le contó al periódico El Colombiano la tía del menor Luz Marina Livingston.

De acuerdo a la información de la abuela del menor, uno de los obreros que trabaja en la reconstrucción de la isla, luego de más de un año del devastador paso del huracán Iota, se dirigió hasta su casa al día siguiente por alimento. Fue en ese entonces que ella quiso despertar al pequeño Neyker, pero intentó abrir la puerta de su habitación y no pudo al estar asegurada desde adentro.

Luego de forzar la puerta se dio cuenta de que el niño no estaba en su cama. Pero, lo más curioso es que todo en la habitación estaba intacto, tal como lo había dejado Gloria en la noche: los zapatos y la camisa en la mesa de noche, y todo en su lugar, tal como lo mantenía Neyker. No había ningún signo de violencia ni forcejeo. Lo único fuera de lo común que vio fue la pantaloneta del niño encima de su cama. Sin embargo, hubo otro detalle que llamó la atención de la abuela: la ventana de la habitación estaba abierta.

Ahora, se espera que las autoridades avancen con las investigaciones para confirmar el modo y tiempo en el que el infante perdió la vida.

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