Las autoridades capturaron a Jonathan Torres, cuñado de Adriana Pinzón, una psicóloga y empleada de una empresa de petróleos, quien desapareció el pasado 7 de junio entre los municipios de Chía y Zipaquirá, en el departamento de Cundinamarca, cuando adelantaba diligencias personales.
La captura del último hombre que vio a Pinzón se produjo en la mañana de este 14 de junio en el barrio San Pablo del municipio de Zipaquirá, por las múltiples dudas que ha dejado la versión que ha entregado inicialmente a familiares e investigadores sobre lo que supo de la mujer el día de la desaparición.
Según las versiones iniciales, Pinzón y Torres estaban adelantando la venta del carro de ella y ese día se dirigieron a Chía para adelantar el negocio. La versión del cuñado es que antes de su desaparición ella le entregó el vehículo y las llaves para que él lo llevara a una vitrina automotriz donde se exhibiría.
Después, de acuerdo con la versión del ahora capturado, la psicóloga solicitó un servicio de transporte a través de una plataforma que tomó en el sector de Tres Esquinas. Pero tanto la empresa de la aplicación habría informado a la familia que ella nunca tomó el transporte.
Además, según Noticias Caracol, esa versión estaría perdiendo fuerza debido a que todo indica que Adriana Pinzón estaría en su casa, en Zipaquirá y no en Chía, el día en que se perdió su rastro. Además, el noticiero reveló unos videos de cámaras de seguridad del conjunto donde vivía que muestran un extraño comportamiento.
En las imágenes que son claves en medio de la investigación asumida por un fiscal especializado en desaparición forzada, se ve a un hombre entrar al conjunto donde vivía Pinzón y salir luego varias veces con bolsas negras de basura, aparentemente pesadas, desde la vivienda de la mujer. Según la emisora Blu Radio, el sujeto sería su cuñado que ahora ha sido capturado.
El noticiero también conoció mensajes de Sandra Pinzón, la hermana de la mujer desaparecida, con su esposo, en los que el hombre le decía que estaba cansado de su familia. Además, un supuesto contrato de mandato firmado por Adriana no es reconocido por sus familiares quienes creen que habría sido falsificado.
Además, ellos han señalado que no tenían conocimiento de que Pinzón quisiera vender su vehículo y que no era un comportamiento normal en ella hacer ese tipo de negocios, por lo que tienen fuertes sospechas de la versión entregada y han pedido que Torres aclare a las autoridades qué fue lo que sucedió.
“En la familia estamos sumamente consternados. No sabemos por qué un familiar haría parte de esta desaparición. Vamos en rumbo a averiguar qué pasó. La confusión es enorme”, señalaron los familiares de la mujer al diario El Tiempo, luego de que se produjera la captura de Torres.
La familia de Adriana y vecinos realizaron una velatón en el municipio de Zipaquirá, durante la noche de este 13 de junio, para pedir por su pronto regreso y la esperanza de encontrarla con vida. Pinzón tiene 40 años de edad, mide 1,60 metros y tiene cabello largo de color castaño oscuro con iluminaciones. El día en que desapareció llevaba un saco en lana café oscuro con cuello de tortuga, jeans y tenis negros.
Tras una oración durante la velatón, los familiares pidieron a los habitantes del municipio repartir volantes en todos los lugares públicos donde estuvieran y ayudar a difundir la información para recibir cualquier reporte para poderla encontrar. La hermana señaló al medio local Extrategia Medios que el teléfono celular de Adriana estuvo prendido hasta el día de viernes, por lo que creen que se descargó pero no recibieron respuesta a los mensajes y llamadas.
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