Piden claridad sobre la desaparición del mayor Julián David Gámez, perdido misteriosamente en Pereira

Van más de diez días en que no se sabe nada del uniformado en medio de un operativo de persecución a un grupo de secuestradores en los límites de la capital de Risaralda

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La familia del mayo de la Policía Julián David Gámez durante este fin de semana decidió convocar protestas en el municipio de Pesca, donde nació el uniformado, y en Bogotá, para exigir mayores acciones en la búsqueda de su familiar, que completa 11 días desaparecido en extrañas circunstancias en la ciudad de Pereira.

Los hechos se presentaron el pasado 2 de junio. Ese día, en horas de la noche, se presentó el secuestro de un comerciante informal por parte de un grupo de delincuentes que se movilizaban a bordo de un vehículo en el centro de Pereira. Eran cerca de las 11:00 de la noche, y Gámez se encontraba en su casa, descansando, según contó la cuñada del uniformado Magda Vargas Jiménez a la W Radio.

En ese momento, narró, recibió una llamada de sus compañeros de la Estación de Policía que lo alertaron de un plan candado para contrarrestar la acción criminal. El mayor se dispuso a colaborar y llamó a su conductor, que estaba lavando su vehículo, quien lo recogió y lo trasladó al lugar de los hechos.

Al parecer, los delincuentes se dirigieron hacia el occidente de la ciudad en el sector de la vía Turín, en el puente curtiembres, donde habrían descendido del vehículo para huir. La víctima fue rescatada sana y salva, así como el conductor fue capturado junto al carro que habrían utilizado para el crimen.

Sin embargo, los otros dos habrían huido y aunque no hay claridad de los hechos, ambos cayeron al río Otún. Hasta el otro día, el bombero John Jiménez, jefe de operaciones del rescate del Cuerpo Oficial de Bomberos de Pereira, contó que al parecer estas dos personas, en su huida, se habrían lanzado al vacío.

Esa noche, en la primera búsqueda no hallaron nada, pero luego recibieron el llamado porque el mayor de la Policía también habría caído al río. Iniciaron una nueva búsqueda en la que encontraron a una persona con múltiples contusiones y un cuerpo sin vida que correspondería al de otro de los delincuentes, pero no hallaron rastro del uniformado.

La información que se conoció inicialmente indicaba que el mayor había estado tras la búsqueda de los delincuentes en la ribera del río, que para entonces estaba crecido, e informaba por radio teléfono a los demás policías. Sin embargo, en un momento perdió todo contacto y sus compañeros presumieron que había caído a las aguas del Otún.

A partir de ese momento se convocaron a los organismos de rescate y se hicieron barridos sobre el afluente, pero el pasado 6 de junio se habría tomado la determinación de levantar la búsqueda, según informó El Tiempo, para esperar información y alertas para acudir a puntos específicos en los que pudiera hallarse el cuerpo del uniformado.

Sin embargo, la familia protestó para que se mantenga la búsqueda de su familiar porque consideran que él sigue con vida. Además, consideran que se ha dado información contradictoria, porque en un principio les dijeron que se había lanzado al río tras los delincuentes y luego que se había caído.

La cuñada, en diálogo con la W Radio, manifestó que no se debe seguir la hipótesis de que cayó al río, sino que se evalúen otras situaciones que pudieron provocar la desaparición, mientras denuncian ante las autoridades. Consideran extraño, según dijo, que nadie haya visto lo que ocurrió y que el mayor Gámez estuviera solo cuando ocurrieron los hechos.

Aún más dudas les genera que el pasado 10 de junio se hayan reactivado los grupos de búsqueda después de que se encontrara el arma de dotación de Gámez, en un punto donde ya se había realizado barrido. Además, Magda Jiménez sostiene que en el peñasco donde se habría producido la desaparición, también se encontró la billetera del oficial boyacense, días después unas tarjetas maltratadas suyas y posteriormente el celular, dijo a Caracol Radio.

El mayor Gámez tiene 36 años, y nació en Butagá, del municipio de Pesca, Boyacá. Lleva 16 años en la institución y desde julio del 2021 estaba adscrito a la Policía Metropolitana de Pereira. En diciembre había recibido el ascenso. De acuerdo con el diario Boyacá 7 Días, el uniformado ha desempeñado una destacada labor, que ha sido reconocida con 13 condecoraciones y cientos de exaltaciones en todos los departamentos en los que ha prestado sus servicios.

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