Fue reportado por las autoridades ambientales del GELMA Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal, la judicialización de un sujeto sindicado de tener en su vivienda un espécimen de primate ‘mono ardilla’. “La Fiscalía General de la Nación imputó a Ervinc Edison Ruales Ramírez los delitos de aprovechamiento ilícito de recursos naturales y maltrato animal”, indicó el ente acusador en un comunicado emitido.
Según indica la Fiscalía y el GELMA, Edison Ruales había sido advertido en ocasiones anteriores para que dejara en libertad al ‘Saimiri sciureus’ o más conocido como mono ardilla, pero Ruales no hizo caso y continuo con el primate en la residencia hasta que el 27 de abril junto a la Corporación Autónoma Regional de Nariño CORPONARIÑO, lograron recuperar al animal para darle atención integral.
El hábitat natural del primate mono ardilla consiste en entornos boscosos, con gran vegetación y en la mayoría de casos una alta condición de humedad y lluvia, por lo que representaría un verdadero maltrato tener al animal en una casa. Pero no solamente fue Ruales Ramírez judicializado por actividades ilícitas con fauna silvestre.
El Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal indicó que luego de que se hubiese sorprendido a dos mujeres identificadas como Martha Helena Acosta y Tania Toro Jiménez con carne de tortuga en la terminal de transporte de Bogotá el pasado 28 de febrero. “Los uniformados les encontraron algo más de cinco kilogramos de carne y huevos de tortuga hicotea, una especie en peligro de extinción, en varias cajas de icopor que pretendían movilizar en un bus de servicio público”, indicó la Fiscalía General.
Ruales Ramírez, Helena Acosta y Toro Jiménez deberán responder por los delitos de aprovechamiento ilícito de recursos naturales y maltrato animal.
Sobre más información ambiental en el país: reprodujeron y liberaron nuevos ejemplares de rana venenosa que estaban en peligro de extinción.
De la extinción inminente se salvó la especie de ranas venenosas “Oophaga lehmanni”, luego de la acción temprana de las autoridades ambientalistas colombianas. Esta especie endémica del Pacífico nacional se ha visto violentada a causa de acciones humanas y, hasta ahora, empieza a recuperarse del golpe que la ha tenido cerca a desaparecer para siempre. Especialistas lograron que este animal se reprodujera y que surgieran nuevos ejemplares que, posteriormente, fueron dejados en libertad. Casi treinta de estos animales fueron liberados en el Valle del Cauca para que, naturalmente, inicien una repoblación.
De la extinción inminente se salvó la especie de ranas venenosas “Oophaga lehmanni”, luego de la acción temprana de las autoridades ambientalistas colombianas. Esta especie endémica del Pacífico nacional se ha visto violentada a causa de acciones humanas y hasta ahora, empieza a recuperarse del golpe que la ha tenido cerca a desaparecer para siempre. Especialistas lograron que este animal se reprodujera y que surgieran nuevos ejemplares que, posteriormente, fueron dejados en libertad. Casi treinta de estos animales fueron liberados en el Valle del Cauca para que, naturalmente, inicien una repoblación.
“Tras cerca de dos años de investigación y experimentación, con el trabajo de tiempo completo de profesionales especializados, en un laboratorio construido exclusivamente para esta especie, con condiciones de temperatura, humedad y otros factores ambientales rigurosamente controlados y después de una cuidadosa selección genética, dieron por resultado estas primeras 29 ranitas con las que se busca iniciar el repoblamiento”, agregó .
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