Rodolfo Hernández y su esposa adelantan trámites para que declaren muerta a su hija adoptiva

Tras la polémica suscitada por la cédula de Juliana Hernández y que, a pesar de su muerte tenga aún propiedades a su nombre, el candidato independiente anunció que adelanta los trámites para que la declaren fallecida

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En la imagen, Juliana, la hija de Rodolfo Hernández y Socorro Oliveros secuestrada en 2004 por el ELN. Foto: Archivo familiar
En la imagen, Juliana, la hija de Rodolfo Hernández y Socorro Oliveros secuestrada en 2004 por el ELN. Foto: Archivo familiar

Rodolfo Hernández y su esposa, Socorro Olivero, anunciaron esta semana que empezaran los trámites con el fin que el Estado colombiano declare como muerta a su hija adoptiva, Juliana Hernández, quien supuestamente fue asesinada en 2004 por Ejército de Liberación Nacional (ELN) cuando la familia se negó a pagar una por el secuestro de la joven universitaria de Derecho, aunque la estructura guerrillera negó dicho crimen.

“Al ser innegable lo evidente, se iniciaron las acciones judiciales pertinentes para la declaratoria de muerte presunta por desaparecimiento, siendo un asunto de competencia exclusiva de un juez de la República”, informó la familia.

“Mientras la autoridad judicial no lo declare, el estado civil de mi hija no va a cambiar, razón por la cual su cédula de ciudadanía continúa activa y los bienes que le pertenecen continúan registrados a su nombre”, aseguraron los Hernández Olivero.

Todo empezó cuando diferentes medios de comunicación mostraron que la cédula de Juliana Hernández seguía activa a pesar de haber sido asesinada hace 18 años; y que eso no era todo, aún figuraba como propietaria de un apartamento en Bucaramanga.

La familia Hernández Olivero publicó un comunicado de prensa sobre esta situación, tildando de irrespetuosos a quienes afirmaban que Juliana Hernández no estaba muerta por la actividad de su cédula, y que todo se trataba de una estrategia de candidato independiente para crear lastima.

“De forma irrespetuosa se burlan del dolor ajeno. Me permito reiterar como siempre lo he sostenido, que el cuerpo de mi hija nunca fue entregado y los grupos armados responsables de su desaparición no volvieron a entregar pruebas de supervivencia”, dijo la familia en un comunicado.

La familia Hernández afirmó que no volvió saber nada del Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras negarse a pagar por la liberación de Juliana Hernández, por la cual suponen que fue asesinada por esta guerrilla, pero aún las autoridades no han encontrado el cadáver de la joven mujer.

Finalmente, la familia Hernández Olivero invitó a los medios de comunicaciones y demás personas a respetar el dolor ajeno y sobre todo esta situación con Juliana Hernández, que aunque casi han pasado 20 años, sigue siendo igual de dolorosa.

La historia del secuestro de Juliana Hernández Olivero

Rodolfo Hernández aseguró que, a mitad de año del 2004 cuando su hija adoptiva Juliana Hernández Olivero estaba estudiando Derecho en Universidad Santo Tomás y empezaban las vacaciones, la joven decidió aceptar la invitación de una amiga de quedarse en una finca en Ocaña.

Hombres armados ingresaron a la finca y se la llevaron a Juliana y a otra compañera (que días después fue liberada por el ELN). Supuestamente esta guerrilla le exigía cerca de 2 millones de dólares por su liberación, fue cuando la familia decidió hacer una reunión.

Tras vivir el flagelo del secuestro de sus padre, Rodolfo Hernández, junto a su familia, tomó la decisión de no pagar el rescate de Juliana Hernández, luego no se volvió a saber de la joven y de sus captores.

“Pagan, yo tengo tres hijos más, lo cogen a él y luego cogen al otro y luego cogen al otro y luego toda mi familia, eso no tiene fin, me tocó amarrarme los calzones y afrontar este dolor”, dijo el candidato Rodolfo Hernández a Caracol Televisión.

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