Este martes 7 de junio, el representante a la Cámara por Bogotá del Partido Verde, Mauricio Toro, denunció que fue recusado en el Congreso por su orientación sexual, en un aparente acto de discriminación.
En la solicitud de recusación señalaron que Toro habría incurrido en supuesto conflicto de intereses porque él, en su condición de hombre homosexual, presentó un proyecto de ley que busca prohibir las torturas que se cometen contra personas de la comunidad LGBTI, bajo la justificación de “terapias de reconversión”.
El parlamentario señaló que la recusación, que fue radicada por un ciudadano identificado como Johnatan Stiven Silva, apela a argumentos “homofóbicos y discriminatorios”, con los cuales busca dejarlo por fuera del debate del proyecto de ley, de su autoría, que se opone a “electrocutamientos, violaciones, mutilaciones y afectaciones con ácido” en contra de los miembros de la comunidad LGBTI, con falsas promesas de “reconversión”.
“Qué más que un acto de discriminación que yo no pueda debatir en el Congreso de la República por se gay; que no pueda presentar un proyecto de ley que protege los derechos de la comunidad diversa que está siendo torturada por ser homosexual; que yo no pueda defender a la comunidad por la que me elegí en el Congreso, hace cuatro años, y que me recusen por ser quien soy”, aseveró el representante Toro.
En ese sentido, aseguró que el Congreso no se ha recusado a una mujer, afrodescendiente o campesino por defender a su comunidad, y rechazó los argumentos que contempla la solicitud de recusación, como que el proyecto “solo prohíbe las terapias contra los LGBTI, pero ‘no prohíbe los ECOSIEG para personas heterosexuales cuando las tratan de reconvertir en personas homosexuales’”.
A la vez, señaló que, por recomendación de sus abogados, solicitó suspender el debate, debido a que participar de la discusión del proyecto, teniendo impedimentos, podría generar graves consecuencias jurídicas como la pérdida de la investidura, señalando que a pesar de que los argumentos que se utilizaron en la recusación son claramente homofóbicos, la Comisión Ética era la que debía decidirlo de fondo.
“Duele para quienes hacemos parte de la población LGBTI y hemos sido sometidos a tortura, a discriminación, asesinatos. Duele porque nos han negado nuestros derechos constantemente. Nosotros no estamos pidiendo más derechos que ustedes, estamos pidiendo los mismos derechos que tiene cada colombiano y por los que nos ha tocado luchar durante años y seguimos viviendo en un país que discrimina, simplemente porque amamos como no les gusta a muchos”, concluyó el congresista Toro.
Por su parte, el representante a la Cámara por el partido Dignidad, Jorge Gómez Gallego, respaldó al representante Mauricio Toro, señalando que era lamentable que se le hubiera recusado por su orientación sexual y aseveró que se estaba cometiendo un exceso digno de una posición homofóbica.
“Yo creo que aquí sí hay una cosa absurda y la decisión de la mayoría de compañeros de oponerse al proyecto es prácticamente una posición supremamente reaccionaria y retardataria, pero están en el derecho de hacerlo”, señaló el parlamentario.
Estas declaraciones se presentaron minutos después que el representante del Colombia Justas Libres, Carlos Acosta, movimiento cristiano, presentara una solicitud de archivo y advirtiera que el parlamentario de la alianza verde podría perder su curul si participaba del debate, que fue suspendido.
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