El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación informó que este martes 7 de junio capturaron a las afueras del Capitolio, en Bogotá, al senador del Partido Liberal Mario Alberto Castaño Pérez, debido a la investigación por corrupción que se adelanta en su contra desde comienzos de este año.
Según lo que ha revelado el ente acusador desde marzo pasado sobre este caso, empresarios y particulares frecuentaban al congresista caldense para ser beneficiados con contratos estatales, pagados con los recursos de departamentos como el Valle del Cauca, Cauca, Tolima, Chocó y Risaralda. Al menos 50 contratos se habrían celebrado en estas condiciones.
En la reuniones, presuntamente, se ajustaban los pliegos contractuales y las condiciones exigidas en licitaciones de obras públicas en estos departamentos, para que quedaran en manos de las oferentes que el senador del Partido Liberal indicaba. Se direccionaban contratos a cambio del 10 % del valor total de cada uno. La Fiscalía tiene en su poder unas 3.500 interceptaciones telefónicas para demostrar su acusación contra el caldense y nueve sindicados más.
Castaño ha negado las acusaciones y ha dicho, entre otras cosas, que no puede responder por los actos de la gente en su vida privada, que había pasado mucho tiempo sin ir a su oficina en el Capitolio y que esta investigación es una persecución política en su contra.
Incluso ha justificado lo dicho en algunas de las conversaciones en poder de la Fiscalía con excusas como esta: a la emisora La W le dijo que se encontraba en estado de embriaguez cuando le preguntaron por qué, en una grabación filtrada, habló sobre una prórroga de un contrato en una empresa de licores que le generaría ingresos de 15 mil millones de pesos en quince años.
“Yo he sido una persona respetuosa de la justicia, he afrontado en calidad de aforado todas las investigaciones, no he renunciado al Congreso para evitar la justicia; las personas capturadas tendrán la posibilidad de defenderse”, ha dicho Castaño.
Castaño también ha dicho que tiene todo el material probatorio para demostrar su inocencia ante la Corte Suprema de Justicia y que no renunciará a su curul para que su caso pase a la Fiscalía General de la Nación, como dice que ya ha ocurrido con otros senadores cuando se ven envueltos en ese tipo de escándalos.
Pese a estar investigado y a que se ha cuestionado seriamente su desempeño como congresista —Mario Castaño ha sido denunciado por sus constantes inasistencias, ya que ni en las sesiones por Zoom se conectaba—, el político caldense volvió a lanzarse al Senado para el periodo 2022-2026 y se quedó con una de las quince curules obtenidas por el Partido Liberal para esa legislatura, con 68.315 votos.
Con su captura, el Partido Liberal podría estar perdiendo esa silla en el Congreso días antes del final del periodo legislativo 2018-2022.
Cabe anotar que la situación que está afrontando no es nueva para él, pues en su pasado tuvo algunas investigaciones relacionadas con un presunto enriquecimiento ilícito. La primera indagación fue en el 2013, pero fue archivada. Unos años después, estuvo incluido en la investigación de transferencias y estados financieros de la Industria Licorera de Caldas.
Además, en el 2019 se abrió otra investigación en su contra por posible compra de votos en el departamento de Tolima, ya que en el 2018 obtuvo 73.079 sufragios, una cifra demasiado alta si se compara con la que obtuvo cuando se hizo elegir como representante a la Cámara en 2014-2018.
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