En un operativo conjunto entre la Armada Nacional y la Fiscalía General de la Nación fue capturado un hombre en Buenaventura que transportaba 1.500 bloques de madera por el río Cajambre que obtuvo de forma ilegal en talas dentro de la selva de esta zona del Pacífico.
“La Fiscalía lo imputó como presunto autor material de los delitos de aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables agravado en concurso homogéneo con el delito de deforestación agravado en concurso homogéneo con daños en los recursos naturales y ecocidio agravado”, informaron en la Fiscalía.
El hombre fue identificado como David Quiñonez Valencia, alias Bombiao, a quien cobijaron con medida de aseguramiento y le privaron de la libertad en un establecimiento carcelario.
“De acuerdo con el proceso, los 1.500 troncos equivalen a 500 árboles talados en un área de 8.4 hectáreas”, agregaron en el organismo investigador.
Según datos de esa entidad, en 2021 fueron capturadas 422 personas que estarían implicadas en delitos en contra del medio ambiente, tras 128 operativos que llevaron a cabo ese año.
De ellos, 219 la mayoría está respondiendo por minería ilegal, 154 por deforestación y 51 con daños a los recursos naturales. En casi todos los casos, según la Fiscalía, a los procesados tuvieron medida de aseguramiento.
“10 Parques Nacionales Naturales y áreas protegidas; y 13 ríos y ciénagas fueron intervenidos de manera conjunta con el CTI, la fuerza pública y las autoridades ambientales. 44 procedimientos estuvieron dirigidos a la protección de los ecosistemas de la Amazonía y la Orinoquía colombiana, como la reserva Nukak, La Macarena, Tinigua y Chiribiquete, entre otros”, informaron en la Fiscalía.
De acuerdo con una investigación de la revista Semana, a los taladores les pagan entre 30.000 y 40.000 pesos por árbol, y en el negocio, como todo en estas región del Pacífico, intermedian disidencias de las Farc, el Eln y el Clan del Golfo quienes estarían cobrando el 10 por ciento del producido del negocio ilegal.
Los árboles que tumban los dividen en varias partes que unen mediante guayas metálicas para transportarlos fluvialmente, lo que incrementa el costo a 80.000 pesos, de acuerdo con lo que pudieron encontrar en la investigación de Semana.
Una vez llegan a la cabera urbana de Buenaventura la madera la procesan y obtienen láminas que se comercializan en 400.000 pesos, por lo que cada tronco, en promedio, termina costado 1′200.000, según señaló la investigación de la revista Semana.
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