La Procuraduría General de la Nación le abrió una investigación formal a Carlos Javier Soler, exsecretario de seguridad de Cali, por un audio donde expresa que se va a “cargar” al sargento retirado de las Fuerzas Militares, Alexander Chalá. La investigación busca evaluar la información publicada al respecto por algunos medios de comunicación donde se evidencia en un audio una supuesta amenaza en contra de la vida del suboficial.
Las palabras literales que se escuchan en el audio y que ahora son investigadas por la Procuraduría dejan en mala posición al exsecretario. Con bastante claridad se le oye: “No me meto con nadie, pero el que se mete conmigo me lo cargo, y a ese sargento Chalá me lo voy a cargar. Porque yo con usted le he dicho ya como tres veces, lealtad, me cargo a todo el que se atraviese, porque a mí se me atraviesan hermano y yo voy de frente, tengo el pulmón en aire para ir con toda. Cómo se mete con el alcalde, también hay que tener cuidado de no patear la lonchera”.
Dentro del lenguaje coloquial, con la palabra “cargar” se hace referencia a alguien o algo inoperante, inútil o inerte; por algunos, también es usada como sinónimo de “matar”. Es este contexto lingüístico el que encendió las alarmas de la Procuraduría, que podría aplicarle duras sanciones disciplinarias a Soler de establecer una intención violenta.
Esta investigación abre un nuevo capítulo en la polémica historia de corrupción y nexos ilegales que Soler habría tenido con varios exmilitares para colocarlos como asesores dentro de su dependencia en la capital vallecaucana. Estos excombatientes fueron contratados a pesar de estar involucrados en ejecuciones extrajudiciales y sus presuntas relaciones con grupos narcoparamilitares. Uno de ellos fue el general Leonardo Barrero, señalado de tener vínculos con el Clan del Golfo.
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La información del establecimiento de estos contratos fue revelada por Alexander Chalá, también involucrado en el caso de los “falsos positivos”, luego de que este compareciera ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y se comprometiera a cooperar con la verdad. Debido a los amenazantes audios, la propia JEP ordenó seguridad para Chala y su familia, ya que creían que podría correr riesgo su vida.
Se cumplen dos semanas de su renuncia
La investigación llega a su despacho dos semanas después de que anunciara su renuncia como secretario de seguridad de Cali. Según Soler, la polémica de los contratos lo fijó como objetivo de burlas, agresiones y críticas por parte de los usuarios en las redes sociales, aparte de la supuesta persecución mediática, por lo que decidió dejar a un lado su puesto público.
El alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, aceptó su renuncia afirmando que no tenía conocimiento de los contratos que había concretado, aunque resaltó el trabajo realizado especialmente durante el 2021, cuando Cali sufrió una de sus peores etapas en cuanto a seguridad se refiere.
Por medio de sus redes sociales, Soler defendió sus labores como secretario y aseguró que se dedicará a su defensa, argumentando que no tiene ningún tipo de conexión con grupos al margen de la ley.
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