Las últimas horas de Marcelo Pecci, el fiscal paraguayo asesinado a sangre fría en Barú: una tragedia transnacional con homicidas colombianos y venezolanos

El 5 de mayo y desde Envigado se habría planeado el crimen que también involucra a connacionales. Alguien con poder habría pagado 120.000 dólares para ejecutar el plan

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(Diseño a partir de fotografía, Jesúe Aviles Ortiz).
(Diseño a partir de fotografía, Jesúe Aviles Ortiz).

El escabroso crimen contra el fiscal antidrogas paraguayo Marcelo Pecci dejó en evidencia que la lucha contra el narcotráfico no tiene fronteras y que sigue haciendo parte de las principales problemáticas tras la reactivación económica y del turismo en Colombia.

La fatídica muerte, registrada en la mañana del martes 10 de mayo, fue investigada a profundidad por las autoridades colombianas que, hasta este viernes 3 de junio, dieron con el paradero de cinco ciudadanos involucrados en el homicidio registrado en la península de Barú, zona costera situada a 45 minutos en lancha de Cartagena de Indias.

Mientras en este momento los capturados reposan en el búnker de la Fiscalía General de la Nación en Cartagena, las autoridades están presentando los informes de los capturados de cara a la puesta en marcha de la audiencia de legalización de captura; imputación de cargos y medida de aseguramiento de los involucrados.

Fueron 25 días de seguimiento a videos de cámaras de seguridad, que acompañaron la investigación de la Fiscalía junto a interceptaciones telefónicas y testimonios de quienes presenciaron el asesinato. Además, cerca de 150 efectivos de la Dijín, el Gaula y el CTI (con la misión de capturar a una mujer y cuatro hombres) se sumaron a los operativos que finalizaron en edificios del barrio Robledo, al occidente de Medellín, con grupos especiales de la Policía.

Los señalados fueron trasladados hasta el búnker de la Fiscalía de Medellín en horas de la mañana, ya individualizados e identificados, a la 1:00 p. m. salió la caravana con destino al aeropuerto José María Córdova de Rionegro en un convoy con 15 vehículos y cinco motocicletas. Dicho seguimiento finalizó en un vuelo hasta la capital de Bolívar.

A las 3:50 p. m. de este 3 de junio arribó la aeronave a Cartagena en una plataforma privada custodiada por efectivos especiales de la Policía Nacional dentro del Aeropuerto Internacional Rafael Núñez.

Posteriormente y con destino hacia el barrio Crespo, los sospechosos fueron judicializados bajo los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas, luego de que las autoridades los privasen de la libertad por las pruebas obtenidas en los seguimientos y los rastros dejados en los hospedajes del hotel y una llamada interceptada en la que dieron con los sicarios que dispararon a sangre fría.

Desde el Aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín hasta el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, serán llevados los cinco responsables del asesinato del fiscal antodrogas paraguayo que permanecía en Colombia el 10 de mayo / (Blu Radio)

Así habría sido planeado el macabro delito trasnacional

Según pudo conocer Noticias RCN, la persecución al fiscal habría comenzado el 5 de mayo mientras el fiscal y su esposa recorrían Cartagena de Indias, hospedándose a su paso en el hotel Decameron Barú.

A la par, ese mismo 5 de mayo se habrían reunido seis personas (de las cuales cinco eran hombres) en la plaza minorista de Envigado, en Antioquia, para planear el asesinato del paraguayo.

En tres grupos y utilizando agencias de viajes, una mujer y un sujeto de 23 años hicieron una reserva en un prestigioso un hotel de Cartagena para hacerle seguimiento al fiscal y reportar cada uno de los movimientos del funcionario guaraní y de su esposa.

El 6 de mayo, dos venezolanos y un colombiano habrían llegado a un apartamento en el sector de El Laguito. Los extranjeros tenían la misión de asesinar a Pecci y el tercero (cartagenero) debía vigilar toda la operación de para llevarlos al lugar y finalmente sacarlos de ahí.

El encargado de orquestar el crimen desde Envigado, viajó por aire desde Medellín hasta Santa Marta el 6 de mayo y, desde la capital magdalenense, tomó un vehículo por tierra para llegar a Cartagena. Además, se hospedó en un edificio en un sector lujoso de la ciudad, cerca a donde estaban sus cómplices, mientras en la recepción dejó autorización para el ingreso de los autores materiales del asesinato en cuestión y hablar todo en privado.

Por otra parte, el encargado del transporte alquiló un vehículo de gama media un día antes del asesinato y se reunió con el jefe de la banda para pagar 2,7 millones de pesos y coordinar el ingreso como turistas de un hombre y una mujer, que desde el hotel Decameron Barú vigilaron más de cerca cada movimiento del fiscal Pecci.

Las autoridades dan cuenta de un recorrido previo al día del crimen con aproximadamente 60 llamadas telefónicas intercambiadas entre los hoy detenidos, quienes también se hicieron pasar por turistas.

Finalmente, el 10 de mayo los encargados de disparar salieron antes de las 6:00 a. m. del sector de El Laguito en Cartagena; con el carro alquilado se dirigieron hasta Playa Blanca –donde los dos venezolanos a su vez alquilaron la moto acuática de color rojo usada en el delito– y ahí quedaron grabados en cámaras por primera vez.

Sospechosos de disparar y huir en una moto acuática tras el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci
Sospechosos de disparar y huir en una moto acuática tras el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci

Quien porta el sombrero en las cámaras de seguridad es un hombre de 31 años nacido en Venezuela. Mientras tanto, la mujer y el joven que siguieron de cerca al fiscal y a su esposa arribaron en cinco minutos al lugar. Le dispararon en tres ocasiones por la espalda y huyeron del sitio. El hombre habría sido el responsable de jalar el gatillo.

Acto seguido, los involucrados escaparon de la playa, devolvieron la moto y el último reporte en suelo costeño los ubica en la Terminal de Transportes de Cartagena tomando una flota que partió en Cartagena con rumbo a Medellín.

Desde el día del asesinato hasta hoy los sospechosos estuvieron en suelo antioqueño y una de las principales hipótesis sobre la reconstrucción de este homicidio relatada por Noticias RCN da cuenta de que alguien con poder habría pagado 120.000 dólares para ejecutar el plan.

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