Un poco más de dos meses se demoró Alejandro Casallas, organizador del Jamming Festival, en reponder qué pasará con la devolución del dinero de las entradas que compraron quienes asistirían al evento que se iba a celebrar del 19 al 21 de marzo pasado en Playa Hawái, en Ibagué, y fue cancelado un día antes, el 18 de marzo, por presuntas amenazas contra la vida del empresario.
Lo hizo por medio de un correo electrónico en el que pidió disculpas y expuso que ante el impacto que ha producido la pandemia del covid-19 que originó el aplazamiento del evento en 2020 y 2021, y el económico de 2022, que representó el aplazamiento del festival, se acoge a la aplicación de lo consagrado por el artículo 5 del Decreto Legislativo 818 de 2020.
“De manera que durante la vigencia de la Emergencia Sanitaria que en la actualidad sigue declarada hasta el 30 de junio de 2022, y hasta un año más, realizaremos todas las gestiones para buscar dar reembolso a las personas que eligieran dicha opción dentro de los plazos otorgados por la normatividad citada”, sostuvo.
De igual forma, escribió que “trabajarán en las alternativas de solución para el público, los proveedores, restaurantes, patrocinadores y, en general, todos los afectados, lo cual demanda diligencia, sacrificio, pero sobre todo tiempo”.
También señaló que, “la mayor parte de los recursos del festival se destinaron para honrar los compromisos adquiridos con los artistas y en la producción del evento al 95 % de lo planeado (montaje de los escenarios, carpas, camerinos, pantallas, sonido, stands, restaurantes)”.
Casallas, que es representante legal de Buena Vibra Eventos EU, creador del Jamming Festival, dijo que a quienes quisieron asistir al comentado evento les pidieron diligenciar un formulario (https://forms.gle/yv1GEsRW55fRtCrb6) “con la mayor veracidad y seguridad” y teniendo en cuenta que la información debe “corresponder al usuario que adquirió la boletería”.
“Esta información será la misma que se utilizará para realizar el reintegro de los dineros. Cualquier inconsistencia en la información suministrada exime de responsabilidad a Buena Vibra Eventos EU”, anotó.
Sin embargo, la incertidumbre es grande entre los afectados, ya que Casallas había explicado en abril pasado lo que se había hecho con el dinero recaudado.
En RCN dieron a conocer que los promotores recogieron alrededor de 29.000 millones de pesos de la venta de 150.000 entradas. Con este dinero, según Alberto Casallas, se pagó a todos los artistas que asistirían al festival, de hecho, comentó que aún tienen contratos firmados con los cantantes; motivo por el cual, pretenden buscar una nueva fecha para realizar el evento como tenían pensado en un principio.
“Los artistas están pagos, tienen más de 14.000 millones de pesos en sus cuentas. Los proveedores todos tienen recursos del festival, ahí está la plata invertida. Tenemos más de 28.500 millones de pesos invertidos. No hay un solo peso con el que nosotros nos hayamos quedado¨, informó en ese momento.
Superintendencia de Industria y Comercio dejó las reglas claras
La cancelación del Jamming Festival coincidió con la cancelación de otros conciertos para la misma fecha y por eso en su momento la Superintendencia de Industria y Comercio expidió una circular en la que dejó claro que si un evento se canceló o modificó por cumplir las medidas adoptadas para contener el contagio de la Covid-19, la devolución o reembolso del dinero se tramitará de acuerdo al plazo previsto en el Decreto 818 de 2020, lo que avala a Casallas. Sin embargo, la misma aseguró que los organizadores de eventos deben suministrar información “oportuna, clara, veraz, suficiente, verificable, comprensible, precisa e idónea” a los consumidores sobre la suspensión, cancelación o reprogramación de espectáculos públicos.
Al mismo tiempo recordó que en caso de suspensión, cancelación o reprogramación de eventos, los consumidores pueden interponer las respectivas demandas ante la delegatura de Asuntos Jurisdiccionales de la Superintendencia de Industria y Comercio.
SEGUIR LEYENDO: