Jaque al ‘Ajedrecista’: el día que Gilberto Rodríguez Orejuela cayó, vulnerable y asustado

Este miércoles se conoció la noticia del fallecimiento de jefe del Cartel de Cali. Llevaba más de 25 años en una cárcel en Estados Unidos, tras ser capturado en la capital del Valle del Cauca en una operación secreta; así fue la cacería de uno de los más astutos capos del narcotráfico colombiano

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Este miércoles  de junio
Este miércoles de junio se supo que el jefe del Cartel de Cali, recluido hace más de 25 años en Estados Unidos, falleció.

El 9 de junio de 1995 las autoridades colombianas anunciaron uno de los golpes más grandes para el narcotráfico: el jefe del temido Carte de Cali cayó, indefenso y asustado fue arrestado por miembros de la Policía Nacional en un exclusivo barrio de la capital del Valle del Cauca.

Un trabajo de inteligencia en el que fue indispensable el trabajo de dos policías mujeres

Un equipo de inteligencia conformado por miembros de la Policía Nacional, con apoyo de la DEA, llevaba un buen tiempo siguiéndole el paso a uno de los narcotraficantes más poderosos de Colombia. Todos jóvenes, como recuerda el general en retiro, Rosso José Serrano, vestían de civil y se hospedaban en un hotel de Cali para hacer el seguimiento al capo y pasar desapercibidos.

“Yo hice un equipo con solo (policías) jóvenes, que no hubieran estado en Cali y eso nos sirvió mucho. El bloque de búsqueda eran uniformados y la gente de inteligencia estaba de civil, también había varias mujeres”, recordó el general en retiro en diálogo con Blu Radio.

Serrano resaltó que el trabajo de las policías mujeres fue indispensable para ubicar a ‘El Ajedrecista’, como era conocido el capo.

Así mismo, recordó que el día de la captura, por otros motivos, él estaba en Cali. Uno de sus hombres le pidió que no se fuera de la ciudad porque ese día iban a capturar al mayor de los Orejuela y efectivamente fue lo que ocurrió.

El operativo fue adelantado por el equipo de inteligencia. De acuerdo con lo descrito por el general en retiro, las labores investigativas ya habían permitido ubicar el sector donde se escondía el jefe del Cartel de Cali.

Ese día, siguiendo el olor de la loción del contador del capo, las mujeres policías que trotaban para pasar desapercibidas, lograron ubicar la vivienda donde ingresó el hombre de confianza del jefe del cartel; fue entonces cuando todo el grupo adelantó el operativo y encontró a Orejuela escondido en lo que parecía un armario empotrado en una de las paredes de la vivienda.

“Cuando me dicen «mi general ya lo tenemos», salí en un vehículo que me había prestado un empresario, era blindado”, recordó Serrano en la entrevista con el medio mencionado. Posteriormente señaló que en el momento en que llegó había una cortina moviéndose, por lo que pensó que el narcotraficante se había escapado; sin embargo, fue el mismo Orejuela quien le confirmó que lo habían atrapado.

“Yo dije: se voló, cuando escucho que me dice «no mi general aquí me tiene»”, relató el uniformado en retiro.

No mataban policías pero sí los corrompían: Serrano

Rosso José Serrano recordó que la noticia apareció tanto en la prensa nacional como en la internacional. Este era un golpe muy grande con el que se recobraba la institucionalidad, que estaba en la cuerda floja, como señaló el general en retiro.

“Eso fue una captura impresionante, la primera del Cartel de Cali”, enfatizó Serrano. “Esa captura salvó la institucionalidad (...) porque Estados Unidos estaba presionando”, añadió.

Así mismo, explicó que el equipo que dio con el paradero del narcotraficante estaba conformado por hombres de Bogotá, esto para no correr el riesgo de que algo saliera mal en el operativo. Serrano enfatizó en que el Carte de Cali no mataba policías, a diferencia de Pablo Escobar, pero sí los “corrompía”.

Sobre Orejuela, aseguró que se había dejado crecer la barba y el bigote, además vestía “muy normal”. Además, dijo que cuando lo trasladaban a Bogotá le habló bien, como a cualquier otra persona. Incluso, afirmó que cuando ya estaban en la dirección de la Policía le brindó agua y tinto.

Luego del operativo y trasladar al jefe del Carte de Cali a Bogotá, el narcotraficante fue extraditado y estuvo estos casi 27 años recluido en una cárcel de los Estados Unidos, donde finalmente murió.

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