Gilberto Rodríguez, el capo del narcotráfico que quiso contratar a Maradona

El fallecido narcotraficante, según aseguró su propio hijo, habría estado involucrado en un soborno a la selección del Perú para que Argentina ganara el mundial 1978

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El capo del Cartel de Cali intentó llevar al América de Cali a Diego Armando Maradona pese a que el argentino fuera fichado por el FC Barcelona
El capo del Cartel de Cali intentó llevar al América de Cali a Diego Armando Maradona pese a que el argentino fuera fichado por el FC Barcelona

El narcotráfico colombiano de los años 80 estuvo muy ligado al fútbol, especialmente por dos de los carteles de la época, el de Cali y el de Medellín. El primero tuvo a la cabeza a los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela trasladaron la guerra a las canchas de fútbol. En 1977 intentaron lavar dinero a través de la compra de acciones del Deportivo Cali, sin embargo los directivos de ese entonces se negaron a aceptar su ingreso. Esto hizo que la plata recayera en el América de Cali, equipo con una importante hinchada en el país pero que hasta ese entonces tan solo tenía un título en su palmarés.

El importante apoyo económico llevó a que el equipo ‘escarlata’ tuviera una de las nóminas más grandes de su historia y que era catalogada como una selección de Latinoamérica por la calidad de sus jugadores. El arquero Julio César Falcioni, los peruanos César Cueto y Guillermo la Rosa, los paraguayos Juan Manuel Bataglia y Gerardo González Aquino, los argentinos Roque Raúl Alfaro y Ricardo Gareca, el colombiano Willington Ortiz, fueron algunos de los que vistieron por esa época la camiseta roja del equipo vallecaucano.

Sin embargo, hubo un jugador que siempre fue del gusto de Gilberto Rodríguez Orejuela y nunca logró concretar su llegada, se trata del astro del fútbol Diego Armando Maradona. Para ese entonces el argentino deslumbraba como el jugador joven más importante del mundo con Argentino Juniors y ganando el mundial sub-20 con Argentina.

Dos teorías giran en torno del supuesto encuentro entre ‘el Diego’ y el capo del Cartel de Cali. El primero, narrado en el libro ‘Gabriel Ochoa Uribe, el técnico más grande de todos los tiempos’ por ‘Beto’ Ochoa, el hijo del entrenador. Allí está consignado el siguiente relato:

“A papá siempre le gustó ese jugador desde que lo vio por primera vez y hubo una reunión en el Hotel Intercontinental, después del partido en el Pascual Guerrero, en la que estuvieron Pepino Sangiovanni y Miguel Rodríguez Orejuela. Papá le regaló la camiseta del América a Maradona y él se la puso. Quería que Diego se quedara madurando como jugador y le hicieron una oferta, pero la contratación nunca se llevó a cabo”.

La otra historia involucra al narcotraficante quien supuestamente había puesto 500.000 dólares sobre la mesa con el fin de convencer a Diego Maradona de quedarse de una vez en la ciudad de Cali. Esta reunión se habría dado en el Hotel Intercontinental y es narrada en el libro ‘El hijo del ajedrecista 2′, escrito por Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto.

Al final el fichaje no se habría dado pese a la aceptación del jugador argentino por culpa del entonces manager de Maradona, Jorge Cyterszpiler. Esto debido a que el FC Barcelona había realizado una oferta por el joven astro del fútbol, que al final fue aceptada y significó su llegada al fútbol europeo. La relación entre Diego y Gilberto no terminó ahí pues el futbolista le envió camisetas autografiadas y el narco relojes Rolex de oro.

En el mismo libro, Fernando Rodríguez narra la anécdota según la cual su padre ayudó a que Argentina ganara la Copa del Mundo de 1978. Los albicelestes debían ganar al menos por cuatro goles a Perú para eliminar a Brasil. Los peruanos aceptaron el dinero del soborno, el partido terminó 6-0 y Argentina pasó a la final con Holanda, en la que se impuso 3-1.

“De primera mano supimos cómo fue lo del partido Argentina-Perú. Mi tío Miguel habló con un grande del fútbol mundial y le confesó lo del dinero que hubo para arreglar ese partido para sacar a Brasil de la final”, explicó posterior a la publicación del libro a Caracol Radio.

Gilberto Rodríguez murió a los 83 años en una cárcel de Estados Unidos donde se encontraba pagando una condena por narcotráfico. Preliminarmente se conoce que llevaba semanas en cama.

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