El cartel de Cali: los Rodríguez Orejuela, Samper y el Proceso 8000

En uno de los escándalos más sonados de finales del siglo XX en Colombia, el hoy fallecido capo habría tenido un papel protagónico

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16 de septiembre de 2004 Gilberto Rodríguez  Orejuela. (Fuente: Colprensa)
16 de septiembre de 2004 Gilberto Rodríguez Orejuela. (Fuente: Colprensa)

Al finalizar el periodo presidencial de César Gaviria, en 1994, Colombia se alistaba para una nueva campaña presidencial, la primera bajo la nueva constitución. Los dos candidatos que lideraron tanto las encuestas como en las urnas fueron Ernesto Samper Pizano y Andrés Pastrana.

La polémica nació después de la segunda vuelta cuando a Pastrana, derrotado en las elecciones, le llegaron unas grabaciones, que entregó al entonces presidente Gaviria y que pasaron a conocerse como los narcocassettes, en los que se evidenciaba que dineros del narcotráfico entraron a la campaña del recién electo presidente Samper.

Los dineros provenían del cartel de Cali, y en las grabaciones se podía escuchar al periodista Alberto Giraldo hablando con los hermanos Miguel Rodríguez Orejuela y Gilberto Rodríguez Orejuela sobre dineros para apoyar la campaña de Ernesto Samper.

Al recibir los narcocassettes, Gaviria se los hizo llegar al entonces fiscal General de la Nación, Gustavo de Greiff, que se abstuvo de iniciar investigación pues su hija estaba involucrada en la campaña. Sin embargo, los audios fueron revelados a la opinión pública por el sucesor de de Greiff, Alfonso Valdivieso, comenzando así el proceso cuando con la denuncia contra Samper ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.

Samper, en un inició, trató las acusaciones como conspiraciones en su contra, hasta que el tesorero de su campaña, Santiago Medina, confesó el 12 de septiembre de 1995 que efectivamente habían ingresado dineros del cartel de Cali a la campaña Samper Presidente.

Con su confesión, Medina también salpicó a Fernando Botero Zea, coordinador de la campaña y ministro de Defensa de Samper, y a algunos congresistas que participaron en la campaña y que también fueron involucrados en el proceso.

Samper, por su parte, comenzó a decir que todo había sido a sus espaldas, mientras que el Gobierno norteamericano le quitó la VISA.

En el Congreso, los 15 miembros de la Comisión de Acusaciones evaluaron, entre las pruebas presentadas por el fiscal Valdivieso, un video en el que Pablo Escobar reconoce haber aportado dinero a una campaña de Samper de 1982 y una cinta magnetofónica de una testigo conocida como María, que confirmaría la relación entre el expresidente y los capos del cartel de Cali.

Durante el proceso también se conoció, por primera vez y pasando bajo la cuerda, rumores de que la campaña de Andrés Pastrana también habría recibido dineros de los Rodríguez Orejuela.

Este rumor pasaría a confirmarse, o hacerlo a medias, casi 20 años después cuando, en un intento por acercarse a la Comisión de la Verdad, los hermanos Gilberto y Miguel entregaron detalles de su participación en la campaña de Pastrana, además de hablar de un supuesto complot para desviar la atención de las autoridades.

Sería el mismo expresidente Pastrana quien dio a conocer, en septiembre del 2021, una carta ante la Comisión de la Verdad que esgrimió como la prueba reina que confirmaba el ingreso de los dineros del cartel de Cali a la campaña de su antecesor en la Casa de Nariño. Sin embargo, Pastrana no esperaba la respuesta de los Rodríguez Orejuela, que en otra carta, no solo reafirmaron que sí le entregaron dineros a Samper, sino que acusaron a Pastrana de corrupto y refrescándole la memoria, pues aseguraron que fueron víctimas de un chantaje y que el expresidente les hizo llegar a la cárcel el mensaje de que estaba dispuesto a extraditarlos si no entregaban información que involucrara a a su antecesor.

Volviendo a Samper, el 6 de julio de 1996 la Comisión de Acusaciones de la Cámara, gracias a la astuta defensa del entonces ministro del Interior Horacio Serpa, quien logró convencer a la bancada liberal (el mismo partido del presidente) para que actuara a su favor y con 111 votos contra 43, se archivaron los cargos contra el presidente de la República.

Ni culpable, ni inocente, el proceso fue precluido.

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