Uno de los ejemplos líderes en transición energética en Colombia es el caso de Transmilenio que ha ido consolidándose como la principal flota de buses a gas natural en el continente. Por esa razón, durante el principal evento de los energéticos del futuro, el Conferencia Mundial del Gas, fue expuesto nuevamente el caso del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá.
El evento se desarrolló en la ciudad de Daegu en Corea del Sur y reunió más de 7.000 líderes, políticos, empresarios y expertos del uso de energías limpias y gas en el mundo durante cuatro días desde el pasado 23 hasta el 27 de mayo. Por parte de Latinoamérica, el invitado y representante del mercado fue el Grupo Vanti, operador de distribución y suministro de Transmilenio.
El encargado de la conferencia fue el presidente de Vanti, Rodolfo Anaya, quien presentó ante el auditorio el proceso de cambio de flota de los buses a gas natural en Bogotá que opera la empresa TransMilenio, así como los alimentadores que hacen parte del SITP como un caso de éxito.
Anaya aseguró que la flota de buses de la capital colombiana es la más grande con gas natural de América Latina, y a su vez una de las más grandes del mundo, que opera bajo la norma Euro 6 para ese tipo de tecnología de transporte y la más avanzada en tecnologías limpias para movilidad.
Según expuso, para TransMilenio operan 742 buses, en cuatro de las seis fases del sistema, lo que ha requerido una inversión de US$22 millones en infraestructura. Vanti es la empresa que tiene las estaciones de suministro del gas natural para los buses en los diferentes patios.
El pasado 6 de mayo se entregó el Centro Logístico San Andrés del sistema zonal con capacidad para 409 buses de los cuales 323 funcionan a gas natural y 139 diésel. De acuerdo con la ministra de Transporte, Angela María Orozco, ese proyecto hacía parte de la política de transición energética.
Anaya también aseguró en la Conferencia Mundial de Gas que en Bogotá operan 1.345 buses alimentadores, a través de 6 mega estaciones con una inversión de US$20 millones en infraestructura, y con capacidad para llegar a 1.800 vehículos.
De acuerdo con el presidente Vanti, el gas ha demostrado un buen desempeño respecto a las condiciones operativas de Bogotá, así como impactos en calidad del aire que calculan que el rendimiento en este aspecto es similar al de los buses eléctricos, con una reducción del 50 % de las emisiones de CO2.
Anaya sostuvo que el gas natural representa la mejor opción para la transición energética, debido a que, según la compañía, otorga beneficios en sostenibilidad ambiental y también económica, por lo que es competitivo y con resultados destacables a largo plazo.
Esta conferencia se realiza cada tres años y en 2019, la pasada edición, la International Gas Union había destacado el sistema de Transmilenio como un caso de estudio debido a que durante ese año la ciudad experimentó una fuerte crisis de calidad del aire por alta presencia de material particulado. Entre las causas, destacó la revista, el uso de diésel en los buses públicos, así como la polución y el mal estado de las calles, entre otras.
Aunque la ciudad restringió el uso de vehículos de carga e intervino las zonas más afectadas, la solución provino de la transición energética de los buses de TransMilenio. Se propuso renovar el 70 % de la flota, es decir 1.400 buses, al pasar el 53 % (741) a gas natural y el resto a Euro V de diésel pero con filtros que absorbían el 75 % de las emisiones.
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