Las elecciones presidenciales de este 29 de mayo se dieron en medio de acusaciones de fraude por parte de varios sectores y la desconfianza en el registro de los resultados por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil, por lo que la entidad fortaleció el mecanismo de recuento y advirtió, antes de entregar los resultados, que se trataba de preconteo no vinculante.
“Arrancaremos el preconteo informativo, no vinculante”, aseguró el registrador Alexander Vega, al declarar el cierre de las mesas de votación este domingo. Es decir, que la elección solo se declarará luego de que las comisiones conformadas por el Consejo Nacional Electoral confirmen los resultados electorales.
Sin embargo, dio un parte de tranquilidad respecto a la confianza de los resultados, que se transmitieron rápidamente y antes de las 7 de la noche ya se tenía conocimiento de los candidatos que pasarían a la segunda vuelta presidencial.
“Igualmente arrancan las comisiones escrutadoras en todo el país. Recuerden que dentro del plan de acción de la Registraduría se va a aplicar un nuevo sistema de verificación. Todos los datos empiezan a suministrarse en los 14 centros de procesamiento en todo el país, esperamos rápidamente dar los resultados de preconteo”, había dicho el registrador.
En ese sentido, los resultados remitidos por los jueces de cada una de las mesas serían confirmados antes de transmitir el boletín electoral informativo a la opinión pública. Fueron en total 68 boletines que incluyeron el 99.99% de todas las mesas del país y el exterior.
Desde diversos partidos y sectores se había cuestionado el papel de la Registraduría desde los errores cometidos en el preconteo del 13 de marzo, en las elecciones legislativas, que llevaron a que más de un millón de votos no fueran tenidos en cuenta para los resultados de la jornada.
En los meses posteriores se solicitó una auditoría internacional al software de la Registraduría y una revisión del proceso, pero esta no fue posible para la primera vuelta presidencial. Una situación que mantuvo vigentes las críticas por parte, entre otros, del expresidente Andrés Pastrana.
Incluso, en la mañana de las elecciones, Armando Benedetti, del Pacto Histórico, compartió un informe de un auditor de esa colectividad que había podido verificar apenas un 10 % del código del software de escrutinio. “Evidencia las falencias del software de escrutinios de estas elecciones. ¡NO HAY TRANQUILIDAD!”, sostuvo.
Sin embargo, los resultados informados por la Registraduría fueron aceptados por todos los candidatos que participaron en las elecciones presidenciales. Se espera que las comisiones escrutadoras confirmen los resultados, los cuales sí serían vinculantes para la declaración oficial de los ganadores de la primera vuelta.
Según el Juan de Brigard, coordinador del área de Autonomía y Dignidad de la Fundación Karisma, una ONG dedicada a la promoción y protección de los derechos humanos en el uso de la tecnología, será en el proceso de escrutinio para confirmar el resultado que se podrá ver lo que ocurra con las sombras de duda que se han planteado desde diferentes sectores, dijo en un análisis publicado en el diario El Espectador.
Afirmó que no se presentaron casos graves de posibles fallas durante el proceso y la página de la Registraduría funcionó, aunque con las funciones no electorales restringidas para evitar saturación o un blindaje más sencillo. Además de críticas respecto al uso de dispositivos electrónicos de lectura de huellas que no funcionaron de manera correcta.
Desde la fundación, en su más reciente informe, señalaron que debe permitirse la auditoria internacional o externa la software y compartir los informes para disipar las dudas. Mientras que varias de las críticas también se centran en la función de los testigos electorales, algunos que no recibieron la credencial o no pudieron ejercer sus funciones y denuncias de suplantaciones.
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