De los votos que llevaron al candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, a una numerosa victoria en la primera vuelta presidencial, 519 los obtuvo en las cárceles de Bogotá, principalmente de La Picota, donde tuvo lugar uno de los episodios más polémicos de su campaña.
El Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta Media y Mínima Seguridad de Bogotá, como es el nombre formal de La Picota, es la cárcel más grande de Bogotá y alberga 7.025 reclusos. Allí se ubicaron dos mesas para la votación de esa población privada de la libertad y votaron 355 personas.
En ambos puntos de votación carcelarios y como en el resto del país, Petro se llevó la ventaja. En total 254 presos le dieron su voto al candidato del Pacto Histórico y 47 a Rodolfo Hernández. Siguiendo la tendencia nacional, 27 personas confiaron en Federico Gutiérrez.
Pero no fue el único penal en el que ganó Petro. También lo hizo en los otros dos ubicados en Bogotá, tanto en la cárcel distrital conocida como La Modelo, donde votaron 145 personas y 87 por el Pacto Histórico. En la cárcel de mujeres El Buen Pastor solo votaron 64 personas y 22 por el candidato de la izquierda.
La propuesta para los reclusos
El 8 de abril Juan Fernando Petro, hermano menor del candidato presidencial, entró al patio ERE SUR de la cárcel La Picota. Un espacio en el que se encuentran recluidos los presos VIP, parapolíticos y corruptos reconocidos, con quienes sostuvo una reunión de varias horas.
En el encuentro, según se supo después, estuvo Iván Moreno, condenado por el carrusel de la contratación en Bogotá; Germán Chaparro, exalcalde de Villavicencio condenado por homicidio; Ronald Housni, exgobernador de San Andrés, condenado por corrupción; Whitman Porras, exgobernador de Casanare, por corrupción; así como el exsenador Álvaro ‘El Gordo’ García, condenado por la masacre de Macayepo, entre otros.
Juan Fernando Petro tiene dos ONG destinadas al trabajo humanitario en cárceles e ingresó como amigo de Chaparro. Estuvo acompañado por Juan Danilo Rueda, coordinador de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, que también trabaja con reclusos. La Picota es la prisión en Bogotá con reclusión especial de Justicia y Paz.
La reunión duró casi seis horas y desató una polémica en la campaña electoral. Apenas unas semanas antes, el hermano de Petro se había sumado formalmente a la campaña y en múltiples eventos había participado como representante del Pacto Histórico, calidad en la que varios presos, de forma anónima, afirmaron a medios de comunicación como Noticias Caracol que había ido a La Picota.
Petro, al ser consultado en la emisora W Radio sobre la visita, afirmó que el exsenador Moreno había manifestado su intención de ser vocero de una propuesta de “perdón social”, como una especie de resocialización de condenados, excombatientes guerrilleros y paramilitares, así como corruptos.
Desde la campaña de Federico Gutiérrez se llamó el encuentro como “El Pacto de La Picota”, afirmando que la reunión implicaba promesas de rebajas de penas. Pasaron varios días hasta que desde la campaña desmintieron que Juan Fernando hubiera asistido en representación del candidato, y por tanto su relación con el programa de gobierno propuesto.
“En mi programa de Gobierno no se contempla una reforma a la justicia basada en la rebaja de penas. Hemos defendido al máximo la autonomía de la rama judicial y su empoderamiento. No está planteada ninguna amnistía o indulto como ahora nos enrostra”, señaló el candidato.
Una encuesta del Centro Nacional de Consultoría y Noticias UNO, midió la imagen del candidato tras esa polémica y determinó un aumento en la percepción negativa. Además, Roy Barreras y el hermano del candidato se enfrentaron a raíz de esa visita y su participación en la campaña se redujo.
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