Dolorosamente, muchos pueblos de Colombia son recordados por las graves afectaciones que les dejó el conflicto armado de más de 50 años y que, en pleno 2022, todavía se viven en varias regiones que antiguamente eran controladas por la extinta guerrilla de las FARC. Departamentos como Chocó, Cauca, Putumayo y Nariño fueron algunos de los más golpeados por la guerra durante más de medio siglo.
En la primera vuelta de estas elecciones presidenciales, había un alto riesgo en estas zonas por los ataques e intimidaciones que podían hacer los grupos armados, tratando de impedir el ejercicio del derecho al voto de quienes viven allí. Sumado a eso, había incertidumbre sobre por quién iban a votar los pobladores de estas zonas, tomando como precedentes inmediatos el plebiscito por la paz de 2016 y las presidenciales de 2018.
Gustavo Petro y Francia Márquez, los vencedores en gran parte de zonas con afectaciones por el conflicto
La masacre de El Tigre ocurrió porque grupos paramilitares habían estigmatizado como ‘guerrillera’ a la gente del Bajo Putumayo, misma región donde la noche del 9 de enero de 1999, 150 miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia adscritos al Bloque Central Bolívar desembarcaron en la estación de Policía del caserío, matando a 28 personas.
Justamente, en este departamento, Petro ganó con 60,520 votos en la primera vuelta de 2018, y cuatro años después, el aspirante por el Pacto Histórico y su fórmula, Francia Márquez, lograron 86.542. Ahora, centrados en Puerto Leguízamo, municipio donde ocurrió la operación militar donde murieron 11 personas a manos de uniformados del Ejército que llegaron a la vereda Alto Remanso vestidos de negro y con capuchas del mismo color, el panorama no fue distinto, pues allí el exalcalde ganó con una amplia diferencia -2.312- sobre Rodolfo Hernández -1.297-.
Más hacia el corazón del Pacífico, en el Chocó la fórmula Petro - Francia también arrasó. En total, 96.638 personas votaron por ellos, consolidándose así entre el 72,44 % del total del electorado. 29 de los 30 municipios votaron por ellos, siendo solamente El Carmen donde ganó el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción y Marelen Castillo.
Bojayá, municipio donde ocurrió una de las peores masacres registradas en el marco del conflicto armado interno, votó a pesar de las constantes alertas de presencia de grupos armados ilegales. Gustavo Petro y Francia Márquez también ganaron con la nada despreciable cifra del 82,97 %. Bajo Baudó también votó en su mayoría por la dupla de izquierda; en total fue 82,47 del electorado total del municipio.
Similar a este panorama, en todos los municipios del Cauca ganó el Pacto. Caloto, donde ocurrió la masacre de El Nilo. Allí, más de 20 indígenas de la comunidad Nasa fueron asesinados por agentes del Estado, reconociendo su responsabilidad de los hechos en 1998. Pese a este acto, miembros de esta población no solo buscan la verdad, sino un cambio que ellos ven en el candidato de izquierdas y la lideresa ambiental. Ambos obtuvieron 73,59%, reflejados en 8.953, superando así a Federico Gutiérrez y Rodrigo Lara con 1.523 sufragios.
Norte de Santander estuvo más pareja entre el Pacto Histórico y la Liga de Gobernantes Anticorrupción. El Tarra, donde entre tantos otros actos violentos, ocurrió en febrero del 2000 una masacre perpetrada por el Bloque Catatumbo de las Autodefensas. Más de 20 personas fueron asesinadas. Petro y Francia también ganaron allá con 69,98%, superando a Hernández y Castillo con 24,36%. Otros municipios como Tibú, Sardinata y Cúcuta sufragaron ampliamente por el exalcalde de Bucaramanga.
Dichas zonas del país han sido un fortín para el dueto de candidatos de izquierda. Ahora, la pregunta es si la acogida de Rodolfo Hernández podrá superar a la de sus contendores en municipios donde, después de la firma del Acuerdo de Paz de 2016, siguen buscando verdad, justicia, reparación, no repetición y un cambio en sus territorios.
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