Verónica Alcocer: la primera dama que podría romper el molde si Gustavo Petro llega a la Presidencia de Colombia

En comparación con la campaña de 2018, la esposa del candidato del Pacto Histórico ha desempeñado un papel preponderante

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Gustavo Petro, candidato presidencial por
Gustavo Petro, candidato presidencial por el partido Colombia Humana, besa a su esposa Verónica Alcocer luego de inscribir su candidatura en el Registro Nacional del Estado Civil en Bogotá, Colombia, 20 de enero de 2022. REUTERS/Luisa González

Gustavo Petro es uno de los políticos más reconocidos de Colombia, pues se ha convertido en uno de los líderes de la izquierda con más opciones de llegar a la Presidencia de la República. A pesar de que la mayoría de los colombianos lo identifican, su vida privada ha estado siempre a la sombra; solo hasta estas elecciones presidenciales los nombres de las personas que lo rodean han salido a la luz.

Una de estas figuras importantes para el candidato es su esposa, Verónica Alcocer, con quien lleva 22 años de matrimonio y tiene dos hijas, una de las protagonistas en la campaña que tiene al político cerca de convertirse en presidente.

Se conocieron en el 2000, cuando Petro llegó a dar una charla a la universidad donde Verónica intentaba, por tercera vez, sacar adelante su carrera de Derecho más por cumplir los deseos de su padre que por amor a las leyes. Ese mismo año se casaron y, desde entonces, forjaron una relación sólida.

En una entrevista con El País de España, Alcocer reconoció que tuvo miedo de presentarle a Gustavo Petro a su padre, pues Jorge Emilio Alcocer era un abogado de derecha, conservador y admirador de Álvaro Gómez Hurtado —el inmolado líder del Partido Conservador—, pero a pesar de los temores, se llevaron muy bien.

Verónica es madre de Nicolás, que tuvo a los 22 años, antes de conocer a Petro; Sofía, de 18, y Antonella, de 14. Recientemente, reconoció que su hija ha sufrido de acoso en el colegio solo por el pensamiento político de su padre.

“Mi hija pequeña sufre bullying en el colegio, lo que la ha llevado de pronto a no querer regresar. Pero han hecho un trabajo muy interesante con ella, con apoyos psicológicos. Siempre adelante, fortaleciéndola”, narró.

Su papel en la campaña presidencial

Verónica Alcocer se ha convertido en una pieza fundamental de la campaña presidencial de Gustavo Petro. Su papel ha sido el de recorrer Colombia para mostrar lo positivo del país y acercarse a las personas.

Aseguró a El Tiempo que durante su recorrido por distintas ciudades y lugares alejados ha encontrado pobreza y mucha violencia y que por eso decidió trabajar más para que su esposo llegue a la Casa de Nariño.

“He visto pobreza extrema, muerte, opresión, falta de oportunidades; gente desesperanzada, pero también con esperanza. Violencia a todo nivel. Si nosotros somos indolentes con lo que les pasa a los otros colombianos, entonces nosotros también participamos un poco de eso, no estamos muy bien como sociedad. Tenemos que perdonarnos, reconciliarnos, sanarnos. Con amor, se sana”.

Además, el papel de Verónica dentro de la campaña ha sido muy distinto al que hizo hace cuatro años, pues se le ha visto muy activa en redes sociales, se ha hecho viral por videos en los que demuestra su talento para el baile, siempre compartiendo con la gente alrededor.

Esta actitud ha sido cuestionada por periodistas y detractores, quienes señalan que el rol de primera dama —que podría ocupar el próximo 7 de agosto— debe ser el de una mujer con un perfil más bien discreto, a lo que ella contestó que esa es su forma de ser.

Verónica también reveló a revista Bocas que, de ocupar el puesto de primera dama, sus mayores referentes serían Michelle Obama y Ana Milena Muñoz, esposa de César Gaviria.

“Michelle Obama. Me parece que fue muy cercana a la gente, muy capaz, sencilla en su trato y en sus maneras. Y de Colombia… Ana Milena Muñoz, porque estuvo muy vinculada al sector cultural, una línea que yo también quiero tocar”

El próximo 19 de junio Verónica Alcocer conocerá si será la primera dama de los colombianos durante cuatro años, puesto en el que espera hacer más que sus antecesoras.

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