Pueblo indígena totoroez denuncia la presencia de dos cilindros bomba en su territorio

En un comunicado público, las autoridades ancestrales manifiestan que este tipo de acciones bélicas son antecedentes y argumentos del establecimiento para militarizar los territorios indígenas

Guardar
El jueves 26 de mayo, llegaron al lugar expertos en explosivos para desactivar los artefactos encontrados. Los objetos fueron sacado a un lugar más seguro para poder detonarlos con todos los protocolos de seguridad. El primer cilindro bomba habría explotado a las 12:15 del día, mientras que el segundo fue desactivado a la 1:10 p.m. La autoridad indígena informó que por los explosivos varias viviendas de la zona tuvieron daños debido a la magnitud de las ondas explosivas. EFE/Leonardo Muñoz
El jueves 26 de mayo, llegaron al lugar expertos en explosivos para desactivar los artefactos encontrados. Los objetos fueron sacado a un lugar más seguro para poder detonarlos con todos los protocolos de seguridad. El primer cilindro bomba habría explotado a las 12:15 del día, mientras que el segundo fue desactivado a la 1:10 p.m. La autoridad indígena informó que por los explosivos varias viviendas de la zona tuvieron daños debido a la magnitud de las ondas explosivas. EFE/Leonardo Muñoz

A través de un comunicado público, el pueblo indígena de totoroez, concentrado en el municipio de Totoró (Cauca), denunció la presencia de dos cilindros bomba ubicados en su territorio ancestral y que fueron descubiertos por unos comuneros de su comunidad el pasado 23 de mayo.

Los hechos, según la autoridad indígena, ocurrieron el pasado lunes aproximadamente a las 6:00 p. m., cuando unos comuneros se acercaron a las instalaciones del Cabildo Indígena con el objetivo de poner en aviso sobre la presencia de un cilindro bomba, ubicado en la sección de San Miguel. Ante esta alerta, las autoridades del cabildo y la Guardia Indígena acordaron ir al día siguiente a la zona indicada para corroborar lo dicho por los comuneros.

Igualmente, los indígenas solicitaron el apoyo de funcionarios del Programa Defensa de la Vida del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), e informaron de lo sucedido a las instituciones y garantes nacionales encargadas de estos temas, para realizar de forma adecuada la verificación con todos los protocolos de seguridad.

Al día siguiente, cerca de las 6 de la mañana, autoridades del Cabildo Indígena se dirigieron a la sección de San Miguel para confirmar las denuncias. En su comunicado, aseguraron que las informaciones eran ciertas y que efectivamente no se encontraba uno, si no dos cilindros bomba en su resguardo.

Una vez confirmada la noticia, la Guardia Indígena adelantó procesos humanitarios para salvaguardar la vida e integridad de su comunidad. Los totoroez hacen parte de los 34 pueblos indígenas que a través de la sentencia 025 de 2004 de la Corte Constitucional son protegidos por el Estado a través de planes de seguridad debido al recrudecimiento del conflicto armado y al desplazamiento forzado que se vive en Colombia.

Le puede interesar: Tras la muerte de una bebé indígena en Bogotá, líderes de la comunidad hacen un llamado al Distrito

El jueves 26 de mayo llegaron al lugar expertos en explosivos para desactivar los artefactos encontrados. Los objetos fueron sacados a un lugar más seguro para poder detonarlos con todos los protocolos de seguridad. El primer cilindro bomba habría explotado a las 12:15 del día, mientras que el segundo fue desactivado a la 1:10 p. m. La autoridad indígena informó que por la onda explosiva varias viviendas de la zona sufrieron daños.

Aunque por el momento no se conoce la identidad de quienes ubicaron los cilindros bomba en el resguardo indígena, se sabe que en esta zona del país hay presencia de las disidencias de las Farc, el ELN, grupos paramilitares y la fuerza pública. Para las autoridades del pueblo indígena, estas acciones “colocan en un inminente riesgo físico y cultural a las comunidades que transitan a diario a sus labores comunitarias en la región”.

En su comunicado público, las autoridades ancestrales manifiestan que “estas acciones bélicas no solo generan zozobra, temor y desarmonía en la población, si no que son antecedentes y argumentos del establecimiento para militarizar nuestros territorios indígenas y esto hace que se agrave más la situación y se coloque en peligro a la comunidad, Cabildo y Guardia Indígena”, expresaron.

Por su parte, pidieron a los grupos armados que actúan en la región, “el respeto al pueblo originario frente al inminente riesgo físico y cultural que están generando en la comunidad con las instalaciones de estos cilindros bomba, en los sitios donde transita nuestra gente para buscar el sustento de sus familias”.

Por último, solicitaron al Gobierno nacional, que conociendo la gravedad de la situación, brinde las garantías necesarias para la protección de los pueblos indígenas con mecanismos que garanticen su seguridad y sobre todo, se cumpla con la sentencia 025 de 2004 de la Corte Constitucional.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar