Colombia está a menos de dos días de la primera vuelta presidencial y los ánimos están cada vez más caldeados. Todo puede pasar: incluso, ver una figura de cartón de un candidato erguida en un pedestal histórico. Fue el caso de Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, quien estuvo por unas horas en el lugar que antes ocupaba el monumento de Sebastián de Belalcázar, en Cali (Valle del Cauca).
Entre tambores y cantos con el estilo típico del Pacífico afrocolombiano, un grupo de simpatizantes del Pacto Histórico arribó durante la mañana de este viernes 27 de mayo al sitio que ocupaba la estatua del esclavista español Sebastián de Belalcázar; un antiguo monumento de la capital del Valle que apuntaba con su dedo hacia el océano Pacífico.
Una vez allí, instalaron en el pedestal la figura de cartón de Francia Márquez, con el puño en el pecho y la consigna “48 horas por el cambio”. Luego grabaron videos y tomaron fotografías para compartir su proeza en las redes sociales.
Por supuesto, el gesto no estuvo libre de polémica y llovieron los comentarios para oponerse al reemplazo del monumento local.
“Un alcalde que permite la violencia, el vandalismo y el irrespeto a los íconos y símbolos de la ciudad debe ser revocado. Necesitamos unir la ciudad, no fomentar la división y el odio”, dijo el representante a la Cámara Christian Garcés.
“Envían esta foto por WhatsApp. Los histéricos del Pacto ponen a Francia en el lugar que corresponde a la estatua de Belalcázar. El alcalde de Cali, que permitió la destrucción de la ciudad, deja que hagan esto que también es inapropiado y no representa a la mayoría”, dijo la senadora María Fernanda Cabal.
Tras la polémica que despertaron las imágenes de esta instalación, la Secretaría de Seguridad de Cali llegó al sitio al mediodía del mismo viernes y desmontó el dummy de Francia Márquez, que fue catalogado como “publicidad política no autorizada”.
Nuestros equipos operativos de Publicidad Visual Exterior, de la subsecretaría de #InspeccionVigilanciaYControl, desmontaron publicidad política no autorizada que había sido instalada en varios puntos de la ciudad.
La estatua de Belalcázar
Hacia las seis de la mañana del pasado 28 de abril de 2021, primer día del paro nacional, uno de los hechos que arrancaron las protestas en Cali fue la caída de la estatua de Sebastián de Belalcázar, a quien se reconoce como fundador de la ciudad. En un acto que denominaron “justicia histórica”, la comunidad ancestral repitió lo sucedido en septiembre de 2020 cuando en Popayán, en la cima del Morro de Tulcán, bajaron otra estatua del mismo personaje, la cual nunca volvió a ser reubicada.
Aunque algunos vecinos del sector, en el oeste de la ciudad, pidieron que se volviera a poner, el alcalde Jorge Iván Ospina dijo que se debía pensar algo diferente para ocupar ese espacio, teniendo en cuenta que los indígenas misak bajaron el monumento por considerar que estos habían afectado a su pueblo.
Según las comunidades indígenas, el fundador de Cali asesinó, violó y causó el genocidio de varias personas de su comunidad. Cabe recordar que el español fue condenado a muerte en 1546 debido a los tratos inhumanos y sistemáticos contra los indígenas y por participar en alegatos con otros conquistadores. No obstante, Belalcázar murió en Cartagena de Indias en 1551 de camino a Europa buscando levantar su condena.
Por un decreto emitido en abril pasado, a un año de haberse derribado la estatua, la ciudad recibió la orden de reinstalar la estatua, pero este no se ha acatado aún. Cabe resaltar que el proyecto para reinstalar el monumento contará con importantes modificaciones, para reivindicar la posición de las comunidades protestantes.
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