En la noche del pasado martes 24 de mayo se produjo el derrumbe de una parte del techo y la fachada de la iglesia de San Francisco, ubicada en el centro de Cali, capital del Valle del Cauca. Una de las paredes de ladrillo y parte de las vigas colapsaron, por lo que terminaron regadas a un costado de la estructura, según quedó evidenciado en las imágenes compartidas a través de las redes sociales.
Las causas de este hecho están repartidas: mientras algunos funcionarios señalaron que pudo ocurrir producto de la temporada de lluvias en el país, otros ciudadanos argumentaron que fue debido a la longevidad de la edificación. Cabe recordar que esta se construyó entre 1803 y 1827, mediante la intervención de Fray Pedro Herrera, sin embargo, con el paso de los años sus cimientos se han visto afectados por sismos y demás fenómenos naturales.
Debido a este incidente, y al tratarse de un patrimonio del país, la ministra de Cultura, Angélica Mayolo, manifestó que la restauración de la estructura religiosa tendría costo aproximado de 1.000 millones de pesos, de acuerdo con los estudios técnicos.
Estuvimos reunidos el Gobierno nacional, departamental, local y la Iglesia católica, revisando las acciones tendientes a la rehabilitación y recuperación de la iglesia de San Francisco. Por supuesto que todos tenemos la disposición de aportar para adoptar las medidas necesarias de manera urgente. En ese sentido, el preinforme técnico nos establece que se requieren aproximadamente $1.000 millones para esa atención, de los cuales el Ministerio de Cultura se ha comprometido con $500 millones, $250 la Alcaldía de Cali y $250 la Gobernación”, precisó la ministra.
La Alcaldía de Cali anunció que intervendrá el templo para evitar que otras partes puedan derrumbarse y, por su parte, el MinCultura llevará a cabo otra serie de estudios con expertos en restauración de bienes culturales. La escuela taller de Popayán, por ejemplo, “ha sido creada para formar jóvenes en la restauración de bienes de interés cultural nacional y desde el día de mañana estará aquí en la ciudad de Cali atendiendo la situación”.
Jorge Iván Ospina, mandatario de la capital vallecaucana, explicó durante una reunión entre varios funcionarios que deben haber “medidas inmediatas para evitar que la acumulación de agua termine por colapsar toda la estructura”. Y además, rescató la importancia de los bienes culturales, que “representan la memoria y el registro de lo que hemos sido como ciudad. Esta contingencia nos tiene que permitir la ruta legal para poder invertir en su restauración”.
Posteriormente, el funcionario caleño explicó que el proceso de restauración constará de tres etapas. La primera corresponde a los “primeros auxilios”, los cuales, según dijo, ya iniciaron. Esto corresponde a “proteger la zona para evitar nuevos deslizamientos y daños ocurran”, de la mano de un proceso preventivo. La segunda es el mencionado trabajo adelantado por la escuella de Popayán, a cargo del Ministerio de Cultura. Y la tercera y última implica “la rehabilitación completa del daño existente”, un proceso que “demandará mayor cantidad de recursos”.
El monseñor Luis Fernando Rodríguez, arzobispo coadjutor de Cali, puntualizó que hubo “una filtración que no se había identificado”, e incluso relató que dos semanas antes del incidente los padres “habían sido avisados de la humedad, cerraron la capilla de la inmaculada y se iniciaron los trabajos”.
El complejo religioso San Francisco esta compuesto de diferentes espacios, destacando la iglesia que está frente a la gobernación, el convento San Joaquín, la Torre Mudéjar y la capilla de la inmaculada. Tales sitios comprenden casi una manzana del centro de la capital vallecaucana.
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