Matamba, un duro de matar: sentenciado por la guerrilla y cuatro veces capturado en más de 25 años de vida delincuencial

Juan Lárnison Castro Estupiñán fue un dolor de cabeza para las autoridades hasta que en la mañana de este 26 de mayo fue dado de baja por la Policía Nacional, en un operativo adelantado en el municipio de Bolívar, en Santander, donde se refugiaba en una gran casa rural con varias comodidades. Así terminó la vida de un experimentado criminal que pasó por numerosos grupos armados, evadió un consejo de guerra de la guerrilla, se escapó cuatro veces de las autoridades y era buscado con circular roja de Interpol.

Castro Estupiñán nació alrededor de 1980 en el municipio de El Charco, del departamento de Nariño y antes de cumplir la mayoría de edad, a mediados de 1996 o 1997, fue reclutado por la guerrilla de las Farc. Ingresó a esa organización en la vereda Santa Rita del municipio de Iscuande, como un guerrillero raso del frente 29 bajo el mando de un comandante guerrillero de alias Anuar.

Pero no duró mucho dentro de esa organización. Con su capacidad de huir, se escapó en el año 2000, porque la organización guerrillera le había hecho un consejo de guerra, tras el cual le dictaron orden de fusilamiento. Declarado como objetivo militar, no tuvo más opción que refugiarse en el bando contrario, una estructura paramilitar.

Según los documentos de Justicia y Paz, Juan Lárrison se contactó con el jefe de las AUC conocido como El Enano, con quien se encontró en el municipio de Guapi, en el departamento del Cauca, y lo ayudó a ingresar al Bloque Calima. Una vez dentro de las autodefensas, otra organización criminal enemiga de la guerrilla, pasó al Bloque Libertadores del Sur y delinquió entre El Charco y Tumaco.

Los paramilitares lo asignaron a esa zona porque la conocía, siempre había estado en ella. Además, porque como exguerrillero, podría ayudar en recuperar unas armas que estaban en poder de ese grupo, pero no lo logró, dice la circular roja de Interpol en su contra.

Estuvo bajo el mando de Jhon Harley Benítez alias Cusumbo y Juan Carlos Pérez Petro, alias Samir, dice el documento, hasta el 16 de diciembre de 2003 cuando fue capturado por primera vez por las autoridades. Cayó en el municipio de Cartago, norte del Valle del Cauca, por el homicidio de Alberto Paredes Paredes por el que fue condenado en el año 2005 y enviado a prisión.

En ese tiempo las Autodefensas Unidas de Colombia adelantaban el sometimiento a la justicia y una vez condenado elevó la solicitud para ser acogido a la ley de Justicia y Paz. Participó en casi 30 diligencias en las que confesó el mismo número de crímenes. Sin embargo, no fue posible hallar los cuerpos de varios de ellos y tampoco ofreció bienes para reparar a las víctimas.

En el 2015 entró al proceso de reintegración pero la última vez que recibió atención psicosocial fue en julio de 2016, porque había vuelto a sus andanzas criminales. En agosto de ese año, el Gaula del Ejército lo capturó en el municipio de Tumaco, luego de un enfrentamiento. Él y otros hombres que intentaron huir tenían armas de fuego, municiones, uniformes y elementos alusivos a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, disidencias de los paramilitares que luego serían conocidas como el Clan del Golfo, ya entonces bajo el mando de Otoniel.

Lárnison Castro dijo entonces llamarse Ever Pineda Torres y cuando estaba en el sitio de reclusión a donde fue trasladado, se fugó. Duró dos meses fuera del radar de las autoridades y fue capturado nuevamente en noviembre, cuando presentó otra identidad falsa.

Por esos hechos, se inició la solicitud para que fuera excluido de Justicia y Paz y logró una sentencia anticipada con un preacuerdo con la Fiscalía a mediados de 2017, cuando le concedieron beneficio de casa por cárcel. Dijo vivir en casas donde ni siquiera lo conocían para cumplir su condena y finalmente desactivó el dispositivo de vigilancia electrónica y se fugó.

No fue sino hasta el 18 de mayo de 2021 cuando la Policía lo halló nuevamente en una lujosa y amplia vivienda en Floridablanca, Santander, donde se encontraba celebrando un cumpleaños y lo sometieron en el piso del balcón. Para entonces ya no era un criminal raso, era el máximo cabecilla de una estructura conocida como La Cordillera, una de las principales del Clan del Golfo.

Su nombre aparecía como fallecido en los registros de la Registraduría y era conocido en el mundo criminal como El Viejo o Matamba. Por última vez, las autoridades lo recluyeron en una cárcel de media y mínima seguridad en Bogotá, La Picota, procesado por concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte ilegal de arma de fuego o municiones, y fabricación, tráfico y porte ilegal de arma de fuego o municiones de uso privativo de las fuerzas armadas.

Allí estuvo recluido en la celda 58 de la Torre D, del Pabellón 4, hasta la madrugada del 18 de marzo de 2022 cuando se abrió la reja de su cubículo y salió, según dice la Fiscalía, vestido como un dragoneante del Inpec, pasó todos los controles de seguridad y en uno de los patios se subió a un vehículo que lo sacó de la custodia y se perdió su rastro.

Un dragoneante se encuentra en proceso por la fuga de Matamba. La familia y la defensa sospechaba que hubiera sido una fuga voluntaria y denunciaron una supuesta desaparición. Sus dudas se basaban en que estaba colaborando con la justicia y decidido a denunciar sus vínculos con miembros de la fuerza pública cuando desapareció.

Dos meses después, la inteligencia de la Policía y la DEA tuvieron información de una reunión de Matamba con alias Gonzalito, cuarto cabecilla del Clan del Golfo, para darle instrucciones a su regreso a la estructura, en medio de una reorganización tras la extradición de Otoniel. Según el general Jorge Luis Vargas, fue gracias a esa reunión y fuentes humanas que lograron dar con su paradero.

Desde hace varios días identificaron la casa donde se refugiaba y esta mañana realizaron el operativo con los comandos jungla de la Policía Nacional. Trató de defenderse con un fusil, una granada y en compañía de un escolta que no ha sido hallado, pero nuevamente Matamba no lograría escapar de las autoridades y cayó muerto en el combate.

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