Comisión de la Verdad reconoce la dignidad de las comunidades étnicas del Naya

Entre el 10 y el 13 de abril de 2001 un grupo de 100 paramilitares del Bloque Calima de las AUC, al mando de José Hebert Veloza, efectuó un recorrido por los territorios Naya. Durante sus acciones, los hombres armados habrían asesinado a cerca de 30 campesinos de la zona

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La región del Naya se
La región del Naya se extiende por los departamentos de Cauca y Valle del Cauca y se caracteriza por su comunión interétnica, la riqueza de su territorio, la sabiduría de sus pobladores, el respeto por su sistema de valores, sus resistencias históricas y actuales frente al conflicto armado.

Falta un mes para que la Comisión de la Verdad (CEV) entregue el Informe Final sobre su trabajo de reconstruir la memoria histórica del conflicto armado en Colombia. Por esa razón, la entidad realizará el evento ‘Reconocimiento de la dignidad de las comunidades étnicas del Naya: territorios y resistencias’.

El espacio busca reconocer la resistencia histórica de quienes han vivido en ese territorio, en esas comunidades y que, pese a los intereses de los actores armados, “continúan en la búsqueda de la esperanza de vivir en paz y armonía con la naturaleza”.

Este evento, que tendrá lugar en Buenaventura, comenzará a las 10 de la mañana de este jueves 26 de mayo y será transmitido a través de los perfiles de Facebook y YouTube de la Comisión de la Verdad. Además, tendrá la participación de organismos internacionales, organizaciones étnicas, territoriales, líderes y lideresas sociales y culturales que acompañan procesos de incidencia comunitaria en la región. El día iniciará con la instalación de las autoridades étnicas del territorio: el Consejo Comunitario del río Naya, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca y la Autoridad del resguardo Joaquincito.

A continuación, los líderes étnicos realizarán una armonización espiritual con los asistentes y posteriormente, se presentarán los testimonios y reflexiones sobre los impactos ocasionados en el territorio en la voz de quienes vivieron el conflicto armado de manera directa, a su vez, se expondrán las experiencias que han tenido las mujeres de la comunidad Eperara Siapidara en el marco de la guerra y las afectaciones que han sufrido.

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El pueblo Eperara Siapidara se concentra en el departamento de Cauca, en donde habita el 49,2 % de la población (1.897 personas). Le sigue Nariño con el 44,8 % (1.727 personas) y Valle del Cauca con el 2 % (76 personas). Estos tres departamentos concentran el 96 % poblacional de este pueblo. Los Eperara Siapidara representan el 0,3 % de la población indígena de Colombia.

La región del Naya se extiende por los departamentos de Cauca y Valle del Cauca y se caracteriza por su comunión interétnica, la riqueza de su territorio, la sabiduría de sus pobladores, el respeto por su sistema de valores, sus resistencias históricas y actuales frente al conflicto armado.

El espacio que se llevará a cabo este jueves también servirá para la conmemoración de los 21 años de la masacre del Naya. Entre el 10 y el 13 de abril de 2001, un grupo de 100 paramilitares del Bloque Calima de las AUC, al mando de José Hebert Veloza alias HH, efectuó un recorrido por los territorios Naya. Durante sus acciones, los paramilitares, habrían asesinado a cerca de 30 campesinos de la zona, luego de señalarlos como colaboradores de la guerrilla. Después de la masacre, los paramilitares se enfrentaron durante tres días al Frente 29 de las Farc hasta el 16 de abril.

Según los reportes de Medicina Legal de la época, los cuerpos de las víctimas tenían signos de tortura, heridas de arma cortopunzante, algunos fueron descuartizados, por lo que no todos pudieron ser identificados y cerca de 3.000 personas tuvieron que salir desplazadas hacia Jamundí y Santander de Quilichao. Por estos hechos, el Consejo de Estado le ordenó al Ministerio de Defensa pagar seis mil millones de pesos, por la omisión de la Fuerza Pública en la masacre.

Por último, la Comisión de la Verdad reiteró la necesidad de conservar las tradiciones de las comunidades étnicas que habitan este territorio de Colombia: “Esta región necesita y exige la especial atención por parte del Estado, la sociedad colombiana y la comunidad internacional para que garanticen la no repetición de los hechos victimizantes”.

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