Los eternos trancones a la entrada de Bogotá es parte de la cotidianidad, el traumatismo en la movilidad se siente en la capital y los municipios aledaños, en las horas pico se puede ver un trancón desde la entrada de Cota hasta Chía, todo por intentar ingresar a Bogotá y viceversa. Además, las autoridades de tránsito, pretendiendo mejorar la movilidad, lo que hacen es desviar el trancón, haciéndose aún más largas las esperas o trayectos que se deben realizar en cuestión de minutos pero que se vuelven largas horas.
Por ejemplo, la vía Suba - Cota, es considerada una ‘carretera secundaria’ ya que las principales salidas son por la Autopista Norte y la Calle 80, pero, en este tramo hay escuelas deportivas, colegios, restaurantes, industrias, bodegas y muchos otros lugares a los cuales solamente se puede acceder por una estrecha vía de un solo carril por sentido, la cual no está debidamente señalizada, ni iluminada, además, no cuenta con muros de contención para evitar los ya cotidianos accidentes de vehículos que se van hacia el humedal o cuneta que bordea la vía. Por allí transitan transeúntes, motos, carros, bicicletas, vehículos de carga, servicios de transporte de todo tipo, semovientes y todos los actores viales contemplados en el Código Nacional de Tránsito.
Así pasa en varias vías de acceso, que, aunque en teoría tienen más espacio, o carriles, el estado actual es deplorable o no cuenta con las correctas adecuaciones para un tránsito óptimo.
Todo esto lo tuvo en cuenta un comité promovilidad conformado por: la Universidad de la Sabana, Probogotá, Hacer Ciudad, Sabana Centro Cómo Vamos, Aesabana, TransMilenio., la Agencia Nacional de Infraestructura, entre otras organizaciones públicas y privadas.
Dicho comité plantea varias estrategias, a corto, mediano y largo plazo, que contemplan desde la adecuada poda de árboles, hasta grandes obras de infraestructura que mejore la movilidad de esta zona de Bogotá. Se estiman que casi 350 mil personas transitan diariamente por este sector, por lo que se hace urgente que se desarrollen planes que mejoren la situación de movilidad.
Por ejemplo: a corto plazo se deben rellenar los huecos de la autopista norte, que generan retrasos en la movilidad y accidentes; mejorar la señalización; reactivar el tren de la Sabana y que este se integre con el sistema masivo de transporte, entre otros aspectos.
Precisamente para la siniestralidad proponen que se instalen unas estaciones con vehículos y cuerpos de emergencia, los cuales podrán atender de manera más diligente los accidentes que se presenten en la vía. Para esto han señalado que se requieren los apoyos de las autoridades distritales.
Dentro de las iniciativas se proponen fortalecer programas de movilidad compartida, desde los carros hasta los buses de colegios y empresas. También piden que se contemple reajustar los horarios de entrada y salida para evitar las congestiones de las denominadas horas pico.
TransMilenio podría tener un mayor protagonismo si se presta para brindar servicios alimentadores hasta algunos municipios aledaños como Chía. Además, si se concreta la construcción de proyectos como el tren de cercanías, la Avenida Longitudinal de Occidente, entre otras obras donde el sistema masivo de transporte podría integrarse para tener una mejor cobertura en el servicio.
Según las cifras de Sabana Centro Cómo Vamos, del total de habitantes de esta zona que cobija a unos 10 municipios, el 31 % asegura demorarse más de 2 horas en sus trayectos por esta región, el 24 % dice gastarse entre hora y media y dos horas; mientras que otro 24 % asegura que sus trayectos duran entre una hora y una hora y treinta minutos.
SEGUIR LEYENDO: