El pasado 29 de abril, la Fiscalía General de la Nación profirió resolución de acusación en contra de Jorge Eliecer Rojas Flórez, exalcalde del municipio de Pelaya (Cesar), por ser el determinador del homicidio agravado de los campesinos Luis José Lemus Sánchez, Otoniel Cañizares Jacome y Segundo Enrique Velásquez Orjuela.
Los hechos en los que fueron asesinados estas tres personas se presentaron el 4 de julio de 1996 en horas de la mañana. Ese día, las víctimas se desplazaban en volqueta desde el municipio de Pelaya hacia el municipio de La Gloria, cuando fueron interceptados por un grupo de paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que empezaron a dispararles hasta causarles la muerte.
En su acusación, el ente investigador resaltó que: “el exalcalde habría obrado en coparticipación criminal con los paramilitares y se habría reunido con ellos para planear el homicidio de las víctimas al señalarlas de ser integrantes de la guerrilla”.
El colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar), que ha sido defensor de las víctimas de este caso, asegura que el día anterior al homicidio de estas tres personas, en una reunión que se sostuvo a las afueras del pueblo, en la que participaron paramilitares al mando de alias Pasos o Manaure, alias Oscar y alias Ballena, el exalcalde Jorge Eliecer Rojas Flórez, el comandante de la Policía Edinson Ladino Barbosa, el cabo Téllez, el agente Coronado, entre otras personas, se habrían planeado los detalles para la ejecución del crimen, reunión en la que los funcionarios señalaron a las víctimas ser colaboradoras de un grupo subversivo.
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Los líderes campesinos asesinados en 1996 eran miembros de una asociación de contratistas denominada Asogrecon. En enero de ese año, habían impulsado un paro que duró 20 días en el que le exigían a las empresas petroleras de la zona contratar a mano de obra de la región. Para esa época, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) denunció que los dirigentes habían recibido amenazas de muerte, sin que las autoridades hicieran nada para salvaguardar su integridad física.
En el mismo escrito de acusación que presentó la Fiscalía el pasado mes, se resalta que esa estructura paramilitar tenía un resguardo seguro en la Hacienda Bellacruz, “en donde desplegaban su actividad delictiva hacia las regiones circundantes, frecuentando el municipio de Pelaya sin que nadie se los impidiera, además, porque era sabida la cercanía que este grupo ilegal con la fuerza pública”, aseguró el documento.
Una de las personas que estuvo en la reunión donde se habría planeado el asesinato de estos hombres, fue el comandante de la Policía, Edinson Ladino Barbosa, respecto a su caso, la Fiscalía lo vinculó mediante indagatoria el 4 de julio de 2014 y le impuso medida de aseguramiento con detención preventiva el 13 de agosto de 2018, sin embargo, el agente ya se encontraba privado de la libertad por la responsabilidad penal en otro proceso en calidad de coautor de homicidio múltiple, concierto para delinquir y tortura, por el homicidio de los líderes campesinos y hermanos Eliseo y Eder Narváez Corrales, ocurrido el 28 de septiembre de 1996,
Por último, el ente investigador fue reiterativo en su advertencia, al decir que estos grupos paramilitares, impulsados por Jorge Eliecer Rojas Flórez, serían responsables en otros casos de desplazamientos, desapariciones forzadas, asesinatos de civiles ajenos al conflicto armado entre otros hechos victimizantes.
Finalmente, el Cajar envió un mensaje a las autoridades para que siga avanzando en el esclarecimiento de este caso, “esperamos que avancen los procesos en contra del exalcalde y otros funcionarios investigados por estos hechos, y se obtenga pronta justicia, verdad y reparación para las víctimas”.
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