Este martes 24 de mayo, cuatro días antes de la primera vuelta en Colombia, 200 mil niños, niñas y adolescentes que estudian en aproximadamente 928 colegios públicos y privados del país (aproximadamente el 7,3 % del total de planteles educativos) participaron en unas elecciones simbólicas para elegir a su candidato preferido a la presidencia.
La niñez en Colombia no puede ejercer el derecho al voto en comicios legislativos, regionales ni presidenciales, ya que la edad mínima para sufragar es de 18 años. Algunos proyectos de ley en el Congreso han tratado de reducir esta edad para elegir, así como la mínima para ser elegido como representante en el legislativo. Sobra decir que no han llegado demasiado lejos en el debate.
Mientras en el Congreso deciden desde cuándo hay capacidad para tomar decisiones, la regional colombiana de la fundación canadiense Civix adelantó esta jornada de voto estudiantil con el aval de más de 24 secretarías de educación distritales, departamentales y municipales. Además, fue financiado por el Fondo Promoción y Protección de la Democracia (PRO-DEM) de Global Affairs Canadá.
La fundación Civix aterrizó en Colombia en 2018 cuando hizo su primer simulacro electoral, y trabaja para construir compromiso cívico y democrático entre las infancias, para que estén preparados e informados cuando llegue su momento de ejercer el derecho al voto en el mundo real. “Así, los estudiantes se convierten en agentes de cambio que promueven la transformación de hábitos y comportamientos con sus familias y amigos”, dicen sus representantes.
El segundo simulacro de elecciones infantiles en Colombia sería el más grande que se ha hecho en Latinoamérica hasta ahora. Este ejercicio se adelantó en colegios de Bogotá, Medellín, Cúcuta, Santa Marta, Riohacha, Fusagasugá, Mosquera, Buenaventura, Palmira, Sampués, Barichara, Onzaga, Suratá, Carmen de Chucurí, Pamplona, Ocaña, Marinilla, Aguadas, Pensilvania y Samaná, entre otros municipios.
Antes del ejercicio de acercarse a la urna, diligenciar el tarjetón electoral, depositar su voto y llevarse un certificado, los niños y niñas participantes participaron en talleres para conocer la estructura del sistema político y electoral colombiano, de modo que fortalecieran sus habilidades para ejercer una ciudadanía informada.
Además, entre marzo y abril pasado, 1682 profesores de los colegios participantes se unieron a los 41 campamentos de la democracia, espacios en los que los educadores refrescaron sus conocimientos sobre democracia, participación y detección de la desinformación; estos conocimientos fueron transmitidos después a los niños y niñas participantes.
La fundación entregó un kit electoral a cada institución educativa participante, el cual no tuvo costo alguno para ellos. Recibieron urnas, tarjetones con los mismos candidatos que aparecen en el original, cubículos, formatos para el conteo de votos, certificados electorales y afiches para anunciar la actividad.
Además, se incentivó a los niños a hacer campaña interna por sus candidatos de interés, con afiches y propaganda hecha por ellos mismos y visible en las paredes de los planteles educativos. Incluso en algunos colegios personificaron a los candidatos presidenciales en escenarios de “debate”.
La iniciativa para los escolares recibió el respaldo de la Misión de Observación Electoral (MOE), que envió representantes a los colegios para vigilar el buen desarrollo de la actividad. En el caso de Bogotá, también hubo acompañamiento de la Veeduría Distrital.
Al final, cuando los niños instruidos para ser jurados de votación cuenten los votos de cada una de sus mesas, los resultados obtenidos en cada institución serán compilados por Civix y se divulgarán después del preconteo de las elecciones reales, adelantadas por la Registraduría Nacional del Estado Civil.
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