El nombre de Pablo Eduardo García Peña en el mundo del periodismo deportivo es sinónimo de excelencia, dedicación, compromiso y perseverancia. Nació en Bogotá el 30 de junio de 1963, es el séptimo de ocho hermanos fruto del amor de don Rodulfo García y doña Beatriz Peña.
Su amor por el periodismo fue a primera vista cuando apenas era un estudiante de ingeniería, carrera de la que cursó algunos semestres y que no culminó gracias al periodista Guillermo Pérez Téllez (QPED), quien le ayudó con una beca en la Universidad Central de Colombia.
A pesar del intento de sus padres para qué culminará sus estudios en ingeniería, terminarían aceptando la voluntad de Pablo, quien finalmente se decantó por el periodismo a la que el mismo denominó para Infobae Colombia como una “Fiebre que nunca se le pasa”.
“En últimas mis papás y mis hermanos se pusieron felices porque vieron que asumía con responsabilidad y con gran pasión el periodismo. Y hoy disfrutan muchísimo cada mención, cada vez que se logra hacer algo importante”.
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De su padre, quien ya partió hacía la eternidad, heredó el gusto por la música y la pasión por el fútbol, que, según los que lo han visto jugar, tiene muy buen pie y en el Deportivo Cali. El profesor Rafael Dudamel ya comprobó la calidad técnica de Pablo García con la pelota. De su progenitora, sacó el orden y planificación que ha puesto en práctica en todos los aspectos de su vida.
“Todavía juego muy bien. El profesor Dudamel y todos me obligaron a jugar otra vez. Le puede preguntar a los técnicos que estuvieron conmigo, el profe Basílico (Germán González), Wilson Gutiérrez, Costas, Peluso, todos me vieron jugar y siempre estuvieron de acuerdo de que tenía idea de juego”.
De lo que más se ha sentido orgullo es tener el aprecio de varios futbolistas con los que tiene gran cercanía, lo cual ha generado gran admiración por parte de otros colegas. “La gran satisfacción que tengo es haber sido buena persona, eso es más importante que cualquier triunfo profesional y eso es lo que tengo por orgullo”.
En su trayectoria como profesional ha estado a cargo de las comunicaciones tanto de clubes como de importantes entidades ligadas al fútbol, como la multinacional italiana Panini, la Liga de Fútbol de Bogotá, Copa Mustang, Independiente Santa Fe, Canal Uno (Trasmisiones del fútbol mexicano) y actualmente está al frente del departamento de prensa del Deportivo Cali.
A pesar de su vasta y exitosa trayectoria, Pablo García tiene una cuenta pendiente en su haber, y por la que espera seguir trabajando duro: ser el jefe de prensa algún día de la Federación Colombiana de Fútbol.
“El sueño más importante que debe tener cualquier persona y periodista del mundo del fútbol es ser el jefe de prensa de la selección de Mayores. Ese es mi mayor anhelo, yo sigo soñando todavía, no sé si Dios me va a permitir que yo lo puedo realizar y eso es lo que me falta”.
Respecto a las nuevas generaciones del periodismo deportivo, Pablo García resaltó la fortaleza que hay en la parte digital de esta nueva camada de comunicadores, sin embargo, cree que hay una carencia en la formación desde la parte histórica.
“Yo veo en los jóvenes la energía, vitalidad, el ímpetu que tienen, que eso le permite a uno crecer, pero lo que veo grave es que se están quedando en la parte digital (…). No se están formando bien, diría yo desde el punto de vista de historia. Producir grandes cosas digitales, claro que se hace, pero si usted no está formado históricamente en la actividad que va a desarrollar, pues es muy complejo producir cosas novedosas, importantes, que le aporten a la sociedad, que es la obligación de todo periodista”.
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