Raúl Ernesto Aldana es el uniformado en condición de retiro que se encontraba desaparecido, la última vez se le vio en la localidad de Teusaquillo, cuando tres sujetos lo abordaron en su camioneta tras salir de un bar, hurtándole su vehículo, un arma de dotación con los respectivos salvoconductos, entre otras pertenencias.
Preliminarmente se conoció que dos mujeres y un hombre interceptaron al mayor en retiro, mientras dialogaron varios minutos; al parecer allí le suministraron la sustancia y desapareció por varias horas.
El reporte del cuadrante de la Policía que recibió el caso expone:
“Raúl Ernesto Aldana Ávila fue transportado en una camioneta color gris con rumbo desconocido. Es de anotar que el oficial de vigilancia y el cuadrante del CAI Galerías se procede hacer la búsqueda sobre el sector sin encontrar dicho vehículo y sus tripulantes el día 19 de mayo del año en curso, mediante labores de vigilancia. Aproximadamente sobre medio día una ciudadana se acerca al CAI Esmeralda a informar que no ubicaba a su señor esposo”.
Pero, gracias a los ajustes del celular del uniformado en cuestión, el GAULA logró ubicarlo en la localidad de Barrios Unidos.
De hecho, el comandante de la Policía de Teusaquillo, mayor Miller Rojas confirmó estos hechos asegurando que fue abordado por una banda conocida como ‘Los Tomaseras’. Al uniformado en retiro se le están realizando los respectivos chequeos médicos, que permitan determinar la sustancia que le suministraron, además de la condición general de su salud.
En este sentido, hace unos días desde el distrito y la propia Policía Metropolitana de Bogotá se han encontrado ‘bandas’ que se dedican a atacar a sus víctimas en esta modalidad, aunque según explicaron la mayoría no actúa como una organización, o son métodos empleados ocasionalmente, pues lo que más se denota en las modalidades de hurto es el uso de armas, bien sean de fuego, traumáticas o corto punzantes para intimidar a las víctimas.
El secretario de seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto dijo:
“También hay investigaciones estructurales contra grupos delincuenciales que usan esta modalidad para reducir a sus víctimas. Este es un tema de corresponsabilidad en donde estamos buscando la participación de establecimientos nocturnos que es donde más ocurren estos hechos y por eso hemos venido fortaleciendo las redes de cuidado, los frentes de seguridad con la participación de estos sitios”.
Hasta el momento, las autoridades piden a la ciudadanía en general tomar medidas de autoprotección, especialmente en el relacionamiento con personas desconocidas, compartir o recibir bebidas con extraños y tener cuidado en los bares y/o establecimientos nocturnos.
Las disparadas cifras de ‘escopolaminados’ en Bogotá tienen en alerta a las autoridades, pero los esfuerzos parecen no ser suficientes, por eso el concejal del movimiento Colombia Justa Libres, Emel Rojas le hace un llamado al distrito para tomar medidas inmediatas.
“Tenemos que en estos cuatro primeros meses de 2022 en Bogotá se presentaron 819 hurtos a personas en donde se empleó la escopolamina, esto cuando se compara con el mismo periodo de 2021 arroja un crecimiento del 80% ya que el año pasado tuvimos 454 casos. solo en abril de 2022 se presentaron 174 casos de hurtos con escopolamina en la ciudad, esto representa un crecimiento del 120% respecto del mes de abril de 2021, donde se presentaron 79 casos”.
Al parecer los ‘escopolaminados’ se están siendo tendencia a nivel nacional, porque en Medellín también se están denunciando incrementos en las cifras de personas víctimas de estas sustancias, a las cuales se les ataca con más severidad. Los ataques se cometen de tal forma que en la capital antioqueña se registró el caso, según El Colombiano, de una mujer violada a la que su agresor le pidió su número telefónico y le entregó dinero para que se tomara una pastilla del día después, con el fin de que no quedara embarazada.
Las cifras en Medellín muestran que hasta la fecha se han registrado casi 13.500 hurtos, un considerable incremento si se tiene en cuenta que para la misma época del año pasado solo se habían reportado poco más de 10.500.
De estos ataques, según la Secretaría de Seguridad de Medellín, van 94 personas que fueron reducidas con escopolamina, a los que se suman los ataque a conductores en vías principales, a los que les arrojan objetos contundentes como piedras, para que al detenerse o caerse de sus vehículos, sean abordados y robados.
SEGUIR LEYENDO: