El presidente de Colombia, Iván Duque, celebró la decisión de Estados Unidos de aliviar algunas sanciones económicas al Gobierno de Venezuela, con el propósito de propiciar las negociaciones entre la oposición, respaldada por Washington, y el régimen de Nicolás Maduro.
Los cambios limitados permitirán a Chevron Corp negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA pero no perforar ni exportar petróleo de origen venezolano, dijeron el lunes a la agencia AP dos altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos.
Además, Carlos Erik Malpica Flores —exalto funcionario de PDVSA y sobrino de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores— será eliminado de una lista de personas sancionadas, dijeron.
Según el presidente Duque, que entregará su cargo en menos de tres meses, esta decisión es “un triunfo de la resistencia democrática venezolana y, además, es un triunfo del cerco diplomático, porque Maduro había dicho que no se volvía a sentar hasta que no liberaran a Alex Saab, y no lo liberaron. Por el contrario, está extraditado y seguirá procesado”.
Las declaraciones del presidente Duque se registraron en una rueda de prensa en el marco de la presentación de la plataforma Observa, que presentará datos abiertos del Sistema Nacional de Información de Derechos Humanos. Al evento también asistió el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, quien también opinó sobre esta decisión de Washington.
“El gobierno actual del presidente Guaidó quiere también continuar hablando de una solución política. Es verdad que no es una ayuda a Maduro, es una manera de tratar de coincidir también políticas con el presidente Guaidó”, dijo el embajador Goldberg.
Finalmente, Duque dijo que la presión diplomática de Washington está dando resultados y el régimen tendrá que “reconocer todos los ultrajes que se le cometieron en el pasado a empresas petroleras de ese país, y se tiene que retomar también un encadenamiento de producción, pero no a cambio de más dictadura, porque para eso es que se está llevando a cabo la mesa en México: para que haya un retorno a la democracia”.
¿Por qué se aliviaron las sanciones?
Esta decisión responde a los gestos de buena voluntad de Maduro después de reunirse en marzo con representantes de la administración del presidente Joe Biden, más una reunión reciente en Centroamérica entre funcionarios estadounidenses y la destacada coalición opositora Plataforma Unitaria para discutir un camino a seguir.
Juan González, asistente Especial del presidente Joe Biden y director Principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, confirmó la medida impulsada por la administración Biden, pero aclaró que ese alivio de las sanciones está sujeto a “acciones y resultados concretos”.
“En el caso de Venezuela está muy claro. Vamos a aliviar la presión a partir de acciones, resultados ambiciosos y concretos, que lleven a Venezuela a elecciones libres y democráticas, y solamente lo haremos de esa manera”, comentó González. Agregó: “Si hay algún tipo de atraso, de retroceso, entonces volveremos a aplicar las sanciones”.
La sanción económica persistirá para decenas de venezolanos, incluido el fiscal general del país y el jefe del sistema penitenciario, y más de 140 entidades, entre ellas el Banco Central de Venezuela. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos continuará prohibiendo las transacciones con el régimen venezolano y PDVSA dentro de los mercados financieros estadounidenses.
El propio Maduro está acusado en el país norteamericano de conspirar para “inundar Estados Unidos con cocaína”.
Chevron, con sede en California, es la última gran compañía petrolera estadounidense en hacer negocios en Venezuela, donde invirtió por primera vez en la década de 1920. Sus cuatro filiales con PDVSA produjeron alrededor de 200.000 barriles por día en 2019, pero en 2020 el gobierno de Estados Unidos le ordenó reducir la producción y desde entonces solo se le ha permitido realizar trabajos esenciales en pozos petroleros para preservar sus activos y niveles de empleo en Venezuela.
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