En las horas de la tarde de este lunes se reportó una emergencia en la ciudad de Barranquilla, cuando un buque que navegaba por sus aguas resultó encallado. El hecho se registró en el sector de Bocas de Ceniza, específicamente en el punto del tajamar occidental. La embarcación de bandera francesa estaría transitando por fuera del canal navegable sobre el K 0-300 en proximidades del faro F-2. Es importante tener en cuenta que este punto del puerto ha presentado varias situaciones similares desde hace varios años, por las condiciones en que se encuentra el canal, tal como sucedió con el hundimiento del buque Beceña y el encallamiento navío Cala Panamá.
Según reportó la Corporación Autónoma Regional Del Rio Grande De La Magdalena (Cormagdalena), la embarcación tuvo un fallo en el ingreso al Puerto de Barranquilla, pues su acceso por fuero del canal navegable se dificultó, teniendo en cuenta que el transitó óptimo se da por la zona establecida. Tan pronto se tuvo conocimiento de la emergencia, tanto Cormagdalena como la Dirección General Marítima y Portuaria (Dimar), se desplazaron a la zona para atender la delicada situación.
El buque Marfret Marajo reportó la situación e inmediatamente desde la Dimar se suspendieron los arribos y zarpes desde el puerto, pues en caso de no haberlo hecho, las situación se hubiese complicado aún más por el alto flujo de navíos en la zona. Aunque en un momento, se llegó a pensar que el proceso de reflote del barco duraría más, el trabajo conjunto entre Capitán de Puerto, Capitán de Navío Jesús Zambrano Pinzón, y la Torre de Control de Tráfico, permitieron que la emergencia fuera superada con éxito.
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Luego de darle reflote a la embarcación, se procedió a evaluar las condiciones en que se encontraba con el fin de descartar algún daño o avería, esto, producto de golpes o impacto en la zona en donde se encalló, no obstante, la evaluación determinó que no habían daños que temer y el buque podría seguir con su camino e ingresar a la Sociedad Portuaria de Barranquilla. En las labores de rescate estuvieron presentes tres remolcadores y pilotos prácticos especialistas en el rubro.
Respecto a la situación, Cormagdalena explicó: “las profundidades de este sector se encuentran por encima de 11 metros, de acuerdo con las más recientes batimetrías realizadas por el Centro de Investigación e Ingeniería (CIIC) y que lo respalda el mensaje de seguridad emitido por la Dimar el 1 de marzo de 9.7 metros de calado, el cual sigue vigente hasta la fecha”.
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Entretanto, teniendo en cuenta las críticas en relación a la navegabilidad que tiene dicha zona, Cormagdalena destacó que la construcción del canal conceptual cuenta con las especificaciones necesarias para garantizar la navegabilidad óptima de la zona, resaltando que la demanda de ingresos fluviales está directamente relacionada con lo que se ha diseñado. El incidente del buque se adjudica directamente a la maniobra realizada por la embarcación y el eventual desvió que haya tenido hacia la zona fuera del canal navegable.
En las últimas semanas, la Procuraduría General de la Nación solicitó a Cormagdalena que garantice el transitó fluvial por este canal, pues la constante sedimentación ocasiona emergencias y dificulta las maniobras de navegación por parte de los buques que arriban al puerto de Barranquilla y salen del mismo.
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