Concejo elige al nuevo contralor de Bogotá en medio de cuestionamientos por conflictos de interés

Las recusaciones e impedimentos volvieron a la discusión del Concejo Distrital. Mientras unos denuncian conflictos, otros sostienen que es una estrategia dilatoria

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Concejo de Bogotá
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Este martes 17 de mayo está citada la sesión plenaria mixta del Concejo de Bogotá en la que se elegirá al nuevo contralor distrital. Una votación que no está lejos de la polémica, pues para muchos el resultado ya está anunciado, por los presuntos conflictos de interés de varios cabildantes con los aspirantes y cargos en la Contraloría General de la República.

Este lunes fueron escuchados los tres aspirantes Julián Mauricio Ruiz Rodríguez, Luis Fernando Bueno González y Sandra Patricia Bohórquez González; quienes respondieron las preguntas de los concejales sobre sus planes de mejora del control fiscal en la ciudad.

Todos son subalternos de Carlos Felipe Córdoba, el contralor general de la República. Ruiz Rodríguez es vicecontralor, según había revelado la W Radio; Bueno González se desempeñaba como profesional especializado de la Contraloría, fue contralor de Barrancabermeja y el año pasado hizo parte de la terna para ese cargo en Cúcuta. Bohórquez González fue contratista y actualmente ocupa el cargo de directora administrativa del ente de control.

Adicional a las críticas que ha despertado el proceso a causa de la cercanía con el actual jefe de la Contraloría General. El Concejo estrenó también el nuevo trámite de recusaciones, que se reformó en los primeros meses del año, debido a una recusación que se radicó por posibles conflictos de interés en contra de ocho concejales que fueron rechazadas en plenaria.

La recusación señalaba que esos cabildantes tenían familiares o personas cercanas contratadas en la Contraloría General, tanto en primer como en segundo grado de consanguinidad, de acuerdo con el diario El Tiempo. El concejal Carlos Carrillo señaló a ese diario que esa situación no inhabilita a los cabildantes debido a que se trata de instituciones diferentes, sin embargo, la estela de duda de independencia de la votación se mantiene.

El periodista Daniel Coronell reveló en la W Radio algunos de los conflictos de interés denunciados en las recusaciones. Uno de ellos en contra del presidente del cabildo, Samir Abisambra, de quien su esposa Magaly Angélica Serrano trabaja en la Contraloría y su contrato de este año fue firmado por Sandra Patricia Bohórquez, directora administrativa. Él aseguró que el contrato era anterior al proceso meritocrático de elección de la terna.

El concejal Rubén Torrado también fue señalado por un contrato de su esposa en la misma entidad y su respuesta señaló que no se trata de un conflicto de interés. Germán García Maya tiene una hermana en la entidad, Armando Gutiérrez tiene a su esposa en el ente de control, el hermano del concejal Andrés Onzaga es contralor delegado TIC y fue ascendido por Julián Ruiz, uno de los candidatos.

Ruiz, para algunos concejales, suena en los corrillos del concejo como el elegido contralor distrital y así mismo el más cercano a ‘Pipe’ Córdoba. Sin embargo, todos tienen relación laboral previa con la Contraloría General y subalternos del actual jefe de ese ente fiscal.

Incluso la discusión en el Concejo de Bogotá inició con una recusación e impedimentos de votación contra varios concejales. Inicialmente entre los cabildantes Lucía Bastidas, Samir Abisambra, Álvaro Acevedo Leguizamón y Alibardo Asprilla porque tienen procesos de responsabilidad fiscal en la Contraloría de Bogotá.

Bastidas y Abisambra señalaron que los procesos son de hace más de una década y no han avanzado o han sido archivados, además que ese tipo de recusaciones estaban destinados a impedir el cumplimiento de su función de elección. El presidente del Concejo dijo que había solicitado una investigación a la Fiscalía para conocer quien está detrás de lo que llaman un intento por impedir el desarrollo de las labores del cabildo distrital.

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