El fin de semana, en lo que se tenía registrado hasta el domingo en la noche, fue nuevamente violento para los líderes sociales en el país, luego de que fueran asesinados tres de ellos en Cauca, Antioquia y el Valle.
El último de esos homicidios del que se tuvo conocimiento fue el de Alexander Espinosa Valencia, quien pereció de manera violenta el 15 de mayo en la vía que conduce al corregimiento de La Moralia a Naranjal, cuando se dirigía a su vivienda en el municipio de Tuluá (Valle del Cauca).
De acuerdo con la información preliminar que recolectaron en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Espinosa Valencia se desempeñaba como el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Retiro, en zona rural del mencionado municipio vallecaucano.
Ese mismo domingo se había reportado el crimen de Edgar Quintero en el municipio de Santander de Quilichao (Cauca), quien fue ultimado en su vivienda durante la madrugada en la vereda Lomitas. La víctima era presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) en esa territorio y lideraba varios procesos relacionados a la implementación del Acuerdo de Paz.
“Edgar Quintero era un reconocido líder del municipio de Santander de Quilichao. Fue asesinado con arma de fuego cuando salía de su vivienda ubicada en la vereda Lomitas”, informaron en Indepaz.
De acuerdo con la información preliminar que recolectaron en esa entidad no gubernamental, el líder social estaba saliendo para atender al ganado de su finca cuando cuatro hombres en motos lo abordaron. Al parecer los criminales no le hablaron, sino que le dispararon de forma directa.
Al darse cuenta de la situación, sus allegados lo llevaron inmediatamente al hospital Francisco de Paula Santander, en la mencionada población vallecaucana, pero llegó sin signos vitales. Los médicos indicaron que, en total, el activista recibió tres disparos graves.
El viernes también fue ultimado Socio Fernando Domicó, líder indígena y profesor en la Institución Educativa Llanogordo, de la comunidad Monzoromandó en el municipio de Dabeiba (Antioquia).
El crimen se perpetró en la noche del pasado viernes 13 de mayo, en un puente de acceso al resguardo Choromandó, en donde fue atacado a tiros por hombres armados, después de que había concluido su jornada laboral.
El líder indígena se había ido a jugar un partido de fútbol en compañía de sus estudiantes y uno de sus cinco hijos. “Tras salir de la comunidad en compañía de su hijo, fue detenido por dos hombres, quienes le exigieron al niño continuar el camino sin su padre, allí lo asesinaron vilmente”, aseguró la Organización Indígena de Antioquia (OIA) en un comunicado de prensa. En la entidad señalaron que no entienden por qué se presentó el asesinato, teniendo en cuenta que no tenía ninguna amenaza en su contra.
La entidad manifestó que los homicidas no dejaron huérfanos solamente a sus cinco hijos, sino también a los niños y las niñas de la escuela, ya que era un gran docente. A su vez, la OIA expresó que la muerte del líder indígena es una pérdida invaluable para la educación de los pueblos indígenas.
Con estas personas serían 10 líderes sociales asesinados en lo corrido de mayo, y se alcanzó la escabrosa cifra de 76 personas asesinadas, dentro de esta población que trabaja por las diferentes comunidades del país, durante este año.
La falta de garantías para los líderes sociales en Colombia han sido una de las principales razones que han provocado el descontento contra el gobierno del presidente Iván Duque.
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