“Lo que ha mostrado Cumbiana son conexiones”, comenzó diciendo Carlos Vives en una charla con Infobae Colombia sobre la segunda parte del proyecto homónimo que lleva desarrollando desde hace más de dos años. Fue el 22 de mayo de 2020 cuando dejó escuchar el primer compilado de canciones que, para él, son el ejemplo perfecto de cómo todo se resume en uniones sociales que tienen su base en la música.
Aunque el rock argentino nunca podría mezclarse con el vallenato, dice él, no es imposible pensar en una lazo entre ambos. No solo lo cree, sino que lo evidenció con ‘Cumbiana II’. “Cumbiana fue un término que encontré para ya no hablar del territorio cumbiero desde regionalismos, ya uno entiende que no es solo el río grande de la Magdalena sino también sus afluentes, además de otros ríos y ciénagas. Hay todo un mundo anfibio al que yo llamo Cumbiana”, continúo.
‘Cumbiana II’ se estrenó el pasado 13 de mayo y tiene colaboraciones con artistas de diferentes orígenes geográficos. En la lista de músicos que se pueden escuchar en las pistas están Camilo, Ricky Martin, Fito Páez, Pedro Capó, ChocQuibTown, Dread Mar I, Mau y Ricky, Lucy Vives, Katie James, Milly Quezada, Jandy Ventura, Cholo Valderrama, Clemente Mérida, Black Eyed Peas y Play-N-Skillz. Fue grabado entre Colombia, Estados Unidos y Puerto Rico de la mano de KOGIMAN, dúo conformado por Martín Velilla y el guitarrista Andrés Leal. Para Vives, tal y como destacó en su charla con este portal, no se trataba de hacer un disco de música folclórica. No por que sea Carlos Vives, puntualiza él, es obligatorio que lance un álbum dedicado a la cumbia folclórica, percepción popular que todavía recae sobre él.
“Estamos más conectados de lo que pensamos. Pensamos que tenemos tres cordilleras que nos dividieron, nos apartaron, pero resulta que termina conectándonos culturalmente los ríos, las montañas, las ciénagas. Nuestra geografía termina conectándonos. Por el hecho de ese mestizaje, y de ser ese cruce de caminos en el que se fusionaron África, Europa, creíamos en una América musicalmente muy pobre, prehispánica, pero no. Hasta el origen del mito del Dorado se dio en la Sierra Nevada de Santa Marta. Yo hago canciones porque puedo conectarme, porque soy Colombia. Hasta el sur de Estados Unidos me bañó con las rancheras y los corridos que nos mandaron de México, y llegaron gracias a que los ferrocarriles nacionales de Antioquia patrocinaban las rancheras y los corridos para que luego Juanes pudiera encontrar su sonido propio para cantar ‘La camisa negra’” , añadió en la conversación que tuvo esta semana con Infobae.
“He heredado músicos de todas partes”, destacó al ser cuestionado por la amplia cantidad de artistas y de estilos que componen a ‘Cumbiana II’. Desde el rock argentino, con Fito Páez, hasta la música llanera, con Orlando ‘el cholo’ Valderrama, dan un sonido dinámico al disco. Una armonía conjunta que, desde la diferencia, plantea una estructura homogénea desde su base. “Me gusta hacer álbumes con canciones que después me gusten cantar”, destacó sobre ‘Cumbiana II’, su decimoquinto álbum de estudio. “Si hubiera un eslogan para Cumbiana II sería ‘unidos en la diversidad’”, sumó.
“Colombia ha tocado al mundo con la música, con su música, mucho antes de nosotros. La industria de Medellín, la industria colombiana de la música, se llevó, de manera electrificada, con sus orquestas, en nuestras músicas tradicionales, de tradición oral, a la industria de la grabación, eso emigra hacia el sur, a la gran capital de la grabación de discos: Argentina. Allí se graba por primera vez ‘La pollera colorá', por un cantante de apellido Armani. Hacia México pasó igual. Entonces, nos dejaron unas conexiones ya, además de las que teníamos desde la época de la colonia, con los españoles”, argumentó.
Así como lo hizo al inicio de la entrevista, se tomó el tiempo de desmentir expresiones populares que surgen en la industria al hablar de él y de su carrera. “Escucho mucho decir por ahí, ‘es que Carlos Vives fusionó el vallenato con el rock’, no, eso es imposible”, aclaró. Sin embargo, explica él, es diferente ver a un bajista eléctrico ‘pegarse’ al sonido que hace una caja vallenata. “¿Por qué no aplicarlo?, ¿Porqué no hacerlo como lo hice por primera vez en ‘La gota fría’? No estoy tomando prestado el pop o el rock de ninguna parte, estamos inventando el nuestro a partir de nuestras raíces”, cuestionó. De acuerdo con Vives, la industria musical de la actualidad es pobre teniendo en cuenta a la gran riqueza que existe entre géneros y formas de adaptarlo.
“Que como va el planeta parece que no aprendemos. Que por la plata se dice que baila el mono. Pero la sed y el hambre no se calma con dinero”, canta el músico en Cinerama, una de las 14 canciones que componen a ‘Cumbiana II’. En la conversación con este medio de comunicación, destacó, en Colombia seguimos ‘agarrados de los pelos’. “No nos reconocemos, no sabemos quiénes somos realmente. Por eso estamos como estamos, polarizados. La cosas no han cambiado, nos repetimos y nos repetimos”, concluyó en su conversación.
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