En horas de la tarde de este sábado 14 de mayo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) denunció que dos periodistas de un medio internacional fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional de Colombia mientras adelantaban una investigación de campo en la Isla Barú, a propósito del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci.
Los periodistas Luis Ángel y María Luna Mendoza, corresponsales del diario brasileño O Globo, habían llegado hasta la isla vecina de Cartagena donde fue perpetrado el crimen del fiscal Pecci para hacer un reportaje al respecto. De repente, fueron abordados por los uniformados de la subestación Playablanca, de Barú.
En un video se ve cómo los policías forcejean con Ángel, con el pretexto de llevárselo para requisarlo porque en un principio se negó, mientras Mendoza les pide explicaciones sobre su detención porque “no estaba haciendo nada ilegal”.
Pese a que advierten que son periodistas en medio de su trabajo y que enviarían la evidencia del presunto abuso policial ante la FLIP, los uniformados no soltaron al comunicador.
“Uniformados los retuvieron, les advirtieron que los trasladarían a la Sijin, y que les pondrían un comparendo. Ángel continúa detenido”, dijo la fundación a través de su cuenta de Twitter.
La FLIP advirtió: “Según la documentación que tenemos el procedimiento es irregular y va en contra del derecho de los periodistas de investigar. Solicitamos a la Dirección General de la Policía Nacional y a la Dirección de Derechos Humanos que liberen inmediatamente al periodista Luis Ángel y que se abstengan de interponer algún tipo de comparendo en contra de los periodistas”.
El periodista colombiano Roberto Mazzini aseguró en la misma red social que la detención de estos dos periodistas se podría deber a la relación entre el expresidente y empresario paraguayo Horacio Cartes con el homicidio del fiscal; no obstante, no presenta pruebas para esa afirmación.
Motivos del asesinato
Al referirse a las pesquisas sobre el ataque, el director de la Policía colombiana, general Jorge Luis Vargas, indicó que apuntan hacia la labor del fiscal, que con 45 años se había convertido en uno de los más importantes y respetados de la justicia paraguaya.
“La primera gran hipótesis que tenemos es que debido a sus funciones, a sus casos, a lo realizado en grandes operaciones, se produjo este magnicidio”, indicó Vargas en una conferencia de prensa en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.
“Fue un magnicidio contra la Justicia cometido por un sistema de crimen organizado trasnacional con alta planeación e inversión de recursos para cometer este hecho”, agregó el general.
Explicó que el sospechoso de asesinar al fiscal es un hombre de aproximadamente 1,74 metros de estatura, tez trigueña y acento caribeño. La foto del sospechoso fue difundida el martes por la Policía y en ella se ve a un hombre vestido de negro y con un sombrero que oculta parcialmente su rostro, por lo que las autoridades pidieron la colaboración de la ciudadanía para identificarlo.
El jefe Antisecuestro de la Policía Nacional de Paraguay, Nimio Cardozo, indicó que en menos de 13 minutos los sicarios prepararon el crimen, lo concretaron y se dieron a la fuga.
El comisario, quien estuvo en Colombia para colaborar con la investigación, dijo que le llamó la atención la precisión con la que actuaron los sicarios. En un corto lapso, los criminales alquilaron la moto acuática, se metieron mar adentro, mataron al funcionario y devolvieron el aparato.
“No quiero ser irresponsable pero no puedo dejar de decir que es casi imposible la cronometración entre el alquiler de la moto, ir por mar abierto, asesinar a Marcelo, retirarse y dejar la motoski. Son 13 minutos”, expresó Cardozo, según declaraciones recogidas por el periódico paraguayo ABC.
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