Justo & Bueno: cómo un gigante de los descuentos llegó a las puertas de la liquidación

Pese a que Michel Olmi trajo a Colombia el modelo de tiendas de bajo costo, la compañía no obtuvo la acogida de sus competidores D1 y Ara

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La tienda de bajo costo
La tienda de bajo costo Justo & Bueno entró en liquidación luego de no poder pagar a sus acreedores la inmensa deuda que tenía.

El pasado 10 de mayo el apoderado de Mercadería S.A.S (Justo & Bueno), Nicolás Polanía, solicitó a la Superintendencia de Sociedades comenzar el proceso de liquidación judicial de la empresa, luego de no recibir el dinero que iba a entregar el fondo chino JF Capital, que se comprometió a salvar la compañía.

“Comedidamente informo al Despacho que durante el horario de oficina del 10 de mayo de 2022, y hasta la hora en que se radicó este escrito, no se produjo ingreso de recursos a las cuentas de Mercadería S.A.S. ni se recibió noticia de que algún tercero hubiera hecho pagos de gastos de administración a cargo de esta compañía”, se puede leer en el comunicado.

Aunque Justo & Bueno cerró por unos días sus puertas, el sábado 14 de mayo invitó “a los trabajadores de Mercadería SAS en liquidación judicial a que asistan nuevamente a sus lugares de trabajo para que a partir del domingo 15 de mayo se puedan abrir las tiendas”.

Según la compañía, espera encontrar una solución a los problemas financieros acumulados los últimos años, pues debe a sus empleados 42.000 millones de pesos; de arriendos y obligaciones pendientes, la deuda suma 35.000 millones; en contratos de renting la cifra es de 19.700 millones.

Mercadería S.A.S debe, también, 19.700 millones de pesos en rentas, y las obligaciones tributarias que no ha cancelado llegan a sumar cerca de 17.100 millones de pesos; mientras que en otros gastos, los atrasos superan los 20.600 millones.

¿Por qué fracasó Justo & Bueno?

Roberto Luis Hernández Buelvas, periodista y economista de la Universidad del Norte, aseguró que uno de los principales problemas que pudo tener Justo & Bueno tuvo que ver con los proveedores. “En este tipo de negocios la rotación de productos es clave, por lo que los proveedores son importantes: si no tienes productos el consumidor asume que no encuentras productos”, explicó.

Su punto de vista coincide con lo dicho por Michel Olmi, dueño de Justo & Bueno, quien habló con Portafolio sobre los motivos que llevaron a la cadena a la liquidación. Según él, la pandemia afectó el crecimiento que la empresa llevaba en 2020: “En cuatro años de operación, tenía 1.320 tiendas en el país, por encima de las 337 que alcanzó D1 en este lapso” y esto llevó a tener problemas con los proveedores.

“Éramos un startup de alto crecimiento y requeríamos una última inyección de recursos para cubrir capital de trabajo antes de empezar a acumular caja. A esto se sumaron las restricciones de circulación durante el primer año de pandemia, los cierres de tiendas y el estallido social de 2021, los cuales limitaron el acceso de la inversión y produjeron un deterioro en nuestra situación de liquidez que afectó la capacidad de pago y la confianza de nuestros proveedores. Esto se tradujo en un desabastecimiento y caída de más de 9 4% en ventas”.

Además, en enero de 2022 intentaron aplicar una inyección de capital de “US$25 millones para cubrir el déficit de caja de los primeros meses del año”, pero los inversionistas “tuvieron dificultades para ingresar los fondos al país a tiempo”, lo que afectó la liquidez de la empresa, y se acumularon las deudas.

La activación entre enero y marzo nos permitió atraer nuevos inversionistas para capitalizar el monto restante, varios de los cuales tuvieron dificultades para ingresar los fondos al país a tiempo. Esas demoras nos causaron problemas para mantenernos al día con los gastos administrativos y acumulamos deudas corrientes que a la fecha suman US$35 millones”, aseguró Olmi .

Por último, el incumplimiento del conglomerado chino F Capital International, que había presentado en marzo una oferta para saldar deudas y asumir gastos, llevó a la liquidación de Justo & Bueno.

La firma JF Capital International presentó una oferta en marzo, que no solo cubría este saldo corriente, sino que asumía también los gastos operativos a futuro, el costo estimado de la reorganización de las acreencias en Ley 1116 y la estabilización de la compañía para una nueva etapa de crecimiento. Una vez se logró el acuerdo de venta, JF Capital se comprometió a pagar los gastos corrientes acumulados hasta abril, antes del 10 de mayo. Sin embargo, esto lamentablemente no se dio.

Por ahora, la empresa es de los acreedores, aunque está a la espera de que, con el artículo 6 de la Ley 560 de reorganización, se pueda dar una nueva oportunidad de salvamento en los próximos 30 días.

Así nació Justo & Bueno

La empresa fue una de las marcas principales de hard discount que, junto a D1 y Ara, se popularizaron en el país al darle opciones económicas a los colombianos de productos de buena calidad. Su creador fue Michel Olmi, un chileno que llegó a Colombia para fundar D1 pero que vendió la marca al Grupo Santo Domingo, que potenció el supermercado que ya compite con grandes marcas.

Luego inició ‘Tostao’, una de las tiendas de café económico más populares de Colombia, aprovechando que, a pesar de su vocación caficultora, no tenía tiendas similares.

Luego del éxito de las tiendas de café, Olmi decidió retomar su vieja idea y crear Justo & Bueno con el mismo sistema de bajo costo de D1 y Ara. Pero a pesar de que el modelo era exitoso, la compañía empezó a tener problemas.

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