Más de 7.000 personas permanecen confinadas en Chocó por la presencia de grupos armados

Son varios municipios los que han sufrido el recrudecimiento de la violencia en este departamento

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Desplazamiento forzado de campesinos en
Desplazamiento forzado de campesinos en Colombia por el conflicto armado. Foto: Colprensa

Los municipios de Nóvita, San José del Palmar y Sipí en Chocó, vienen presentando una álgida situación de violencia desde abril, provocada por grupos armados que incursionan en la zona. Los hechos han generado que la comunidad que habita en la zona rural y parte de la cabecera municipal de la región se desplacen hacia otras zonas, además del confinamiento de más de 7.000 personas en veredas y corregimientos de estas jurisdicciones. Uno de los motivos para que los ciudadanos están obligados a permanecer en sus hogares, es la instalación de una mina antipersona en inmediaciones de una escuela de este sector.

La presencia intimidatoria de tres grupos armados ilegales ha obligado a la ciudadanía a restringir su movilidad, pues los operativos de control territorial incluso han provocado combates entre los subversivos. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) explicó que en diciembre de 2021, uno de los grupos armados que opera en la zona declaró un paro armado que se extendería por cuatro días, sin embargo, a mayo del 2022 continúan las intimidaciones en contra de la comunidad. Desde la fecha se han impuesto toques de queda entre las 6 a. m. y las 6 p. m., lapso en donde se imposibilita el transito de vehículos que facilitan el envío de alimentos, insumos y de los mismos pobladores del municipio de San José del Palmar. También se expone la preocupación por un fenómeno de homicidios selectivos que cobra la vida de habitantes de la zona.

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Por otro lado, el municipio de Nóvita presenta el segundo confinamiento social en menos de dos meses, aunque esta situación ya había sido reportada por la OCHA semanas atrás, la problemática prevalece. Estos hechos han sido perpetrados en contra de comunidades afrodescendientes e indígenas en la parte media y alta del río Tamaná. En gran parte de la extensión de este municipio se han reportado toques de queda, agresiones y amenazas en contra de la comunidad, e incluso, se han confiscado teléfonos, dejando totalmente incomunicada a la ciudadanía y a la merced de los ilegales.

Las cifras

En total son 25 comunidades las que han sido afectadas en Nóvita, flagelando a 3.036 personas que conforman aproximadamente 850 familias, en esta jurisdicción también se reportó la masacre de cuatro personas y diversos secuestros en contra de la población. Por su parte, 4.593 pobladores han sufrido las consecuencias de estos lamentables hechos en San José del Palmar, configurándose en un total de 1.313 familias de al menos 20 veredas y dos corregimientos. En total, son 7.629 confinados, representados en 2.163 familias. Entre el marzo y abril del presente año se han entregado diferentes ayudas por parte de la administración local de Nóvita, destacando kits de aseo, alimentación y salud, además de la apertura de rutas para el manejo de temas de género y reparación psicosocial.

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A pesar de que las entidades locales han intentado incrementar el apoyo a las comunidades afectadas, surge preocupación por las limitación que se han hallado respecto a la posibilidad de cubrir en mayor proporción a los afectados, es decir, aún no hay certeza de que las ayudas puedan ser suministradas al total de victimas, razón por la cual, se hace una llamado de atención para darle prioridad a esta crisis; priorizando el apoyo en salud, educación de emergencia y seguridad alimentaria.

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