Roban por segunda ocasión en un mes el local de la esposa de un reconocido futbolista en Bogotá

Ángela Gordon denunció que fue víctima del mismo ladrón que ya le había hurtado la mercancía del negocio durante la Semana Santa. Los videos evidenciarían que la Policía dejó escapar al delincuente

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Sería la segunda vez que
Sería la segunda vez que este sujeto entra al mismo local, su propietaria es Ángela Gordon, la esposa de Juan Daniel Roa.

Los ya comunes y conocidos problemas de inseguridad en Bogotá se siguen registrando diariamente, pero, hay casos que además de insólitos, siguen sin tener una solución pronta de los mismos. Es el caso de la esposa del futbolista que actualmente entrena con Independiente Santa Fe, Juan Daniel Roa, quien denunció, nuevamente ser víctima de hurto en su local, ubicado en Chapinero.

En charla con Infobae Colombia Ángela Gordon aseguró

“Yo abrí el local el primero de abril y 15 días más tarde nos saquearon en la madrugada, un sujeto entró rompiendo rejas y vidrios; logró sacar más de 8 millones de pesos en mercancía y efectivo con la cual pudimos ver lo que fue el registro total del hurto y el rostro de la persona que cometió este robo”.

De hecho, como lo reseñábamos anteriormente, además se escucha en el video, el mismo tipo la ha robado dos veces en un mes, rompiendo las rejas de seguridad, ventanas y demás mobiliarios del local.

Este es el sujeto que ha robado 2 veces en menos de un mes a Ángela Gordon

Las millonarias cifras que ya le ha robado este sujeto no han sido suficientes para que las autoridades atiendan de manera diligente el caso, precisamente un par de videos captados por cámaras de seguridad evidenciarían que el ladrón fue detenido por las autoridades, que se percataron de alguna irregularidad, pero que lo dejaron ir.

“Hace dos noches, en la madrugada, ingresó el mismo sujeto en la zona de atrás. Esta vez no pudo entrar al local, pero, rompió vidrios y se dio la maña para sacar alguna mercancía del local. El guarda todo en una bolsa y escuchó que venía una patrulla, entonces fue y dejó la bolsa en una esquina del parqueadero. Los policías lo ven salir del parqueadero cojeando, lo requisan y como no le ven nada lo dejan ir. Luego de esto los policías entran al parqueadero, inspeccionan todo el lugar y se dan cuenta que están en la escena de un hurto porque había vidrios rotos, una mercancía en desorden y cajas de zapatos rotas en el piso y aun así no hacen nada”.
La policía detiene al ladrón pero lo dejan ir.

“El colmo del descaro” es que luego de ser detenido por las autoridades y salir del lugar, 15 minutos después vuelve al local para sustraer el botín que había dejado escondido en una bolsa, donde tendría entre otros productos: tenis, ropa, bolsos, accesorios, etc.

El ladrón luego de ser retenido por las autoridades vuelve por la mercancía que se iba a robar.

La indignación por la poca disposición de las autoridades es lo que ha molestado a Ángela, porque en la primera ocasión puso la denuncia virtual, adjuntando las pruebas y los videos, pero, asegura que no pasó absolutamente nada; en esta oportunidad al interponer el caso ante la SIJIN, le aseguraron que no tenían anotación del anterior caso.

“Yo pensé que quizás había una minuta de lo que había sucedido por parte de los patrulleros, pero, resulta que no había absolutamente nada de información en el cuadrante de ellos. En esta oportunidad puse el denuncio en la SIJIN y ellos me comentan que a los habitantes de calle ke s hacen un registro para tenerlos a ellos en el sistema; y por los videos que les compartí al parecer ya lo tienen identificado, pero, pues es un habitante de calle y no me han dado razón que ya lo hayan capturado”.
Los policías entran al parqueadero y a pesar de ver los destrozos en el local no hacen ni siquiera una anotación de la anomalía.

Esta situación como lo ha dicho Ángela, aunque es una ‘buena zona’ después del primer episodio que vivió, se repitió en un local vecino a los 8 días. Es por esto que le ha elevado su queja al dueño del predio para que le ayude a mejorar el tema de seguridad, por lo que a Gordon le tocó a ella misma hacer el cerramiento del parqueadero.

Concluye que su mayor indignación es con las autoridades, principalmente con los patrulleros que detuvieron al ladrón y no lo llevaron al CAI, a pesar de encontrarlo prácticamente en flagrancia.

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