Los muros de contención de los afluentes que atraviesan a Medellín cada vez se deterioran más, las afectaciones ya han obligado a que la alcaldía intervenga ciertos sectores, inclusive, estaciones del metro, donde se han visto daños en las vías férreas, además de algunas estaciones.
Todo esto ocasionado por las lluvias que se están volviendo cotidianas en el Valle de Aburrá. Por esto la administración municipal ha empezado a preocuparse por la infraestructura de la ciudad. Por ejemplo: El Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá, SIATA, reportó el aumento del nivel a alerta roja en el río Aburrá. Según la misma entidad, en 30 minutos se registraron casi 60 descargas eléctricas por lo que el riesgo derivado por el agua aumenta con los rayos.
Actualmente 34 municipios del departamento de Antioquia están, también, en aleta roja por deslizamientos, inundaciones, crecientes súbitos en las subregiones del Bajo Cauca, Norte, Occidente, Oriente, Suroeste, Urabá Centro y el Valle de Aburrá; lo que ha llevado a que más de 45 mil familias estén damnificadas en esta región del país.
La gobernación de Antioquia aseguró:
“En lo que va de 2022 se han reportado 175 eventos asociados a las lluvias, así como 24 fallecidos. Para atender la situación hemos trasladado del Fondo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres más de $4.000 millones para ayudas humanitarias, maquinaria y otras obras”.
De hecho, el Plan de Acción Climática de Medellín tiene contemplado que para el año 2050 aumente en casi el 5 % las precipitaciones en la ciudad, lo que no solo significa que va a llover más duro, habrá más afectaciones por la violencia de los aguaceros, que se verá reflejado en la poca contención de esto en la infraestructura urbana.
Uno de los puntos a tener en cuenta, precisamente, es la ubicación geográfica de la ciudad de la eterna primavera; ya que hay varias zonas que se ubican en zonas de ladera, actualmente son unas 284 mil personas, pero en menos de días años la cifra aumentará a casi 350 mil, lo que significa que una mayor parte de la población estará en riesgo por los deslizamientos de tierra, derivados por las lluvias.
Dentro de las medidas de contención, la ciudad trabaja en ser carbono neutro antes de llegar a la mitad de este siglo, hacia el año 2050, con políticas que fomenten el uso del transporte público o medios como la bicicleta, evitar las construcciones en zonas de ladera, entre otros que mitiguen el impacto por el cambio climático.
Actualmente el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, DAGRD, tiene un plan de contingencia para la atención de incidentes en la presente temporada de lluvias:
“La ocurrencia de incidentes dentro del municipio es un fenómeno que impacta diversos contextos del desarrollo territorial, por ello se deben aunar esfuerzos interinstitucionales para evitar que se materialicen los riesgos identificados, reducir su impacto y, en caso de que se materialicen, fortalecer una resiliencia que permita afrontar el incidente de la mejor forma posible. Desde el DAGRD y el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín nos preparamos para atender todos los incidentes que se puedan presentar en la actual temporada de lluvias. El registro de movimientos en masa ha aumentado y por eso es que mantenemos las alertas”,
resaltó el subdirector de Manejo de Desastres del DAGRD, Carlos Muñoz.
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