En Tolima hallan seis sitios donde podrían yacer ocho cuerpos de personas desaparecidas

La búsqueda de un desertor de las FARC en 1998 condujo a los investigadores de la UBPD a tres fosas clandestinas y tres espacios de un cementerio veredal

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Funcionarios de la UBPD buscan
Funcionarios de la UBPD buscan desaparecidos en terreno de Roncesvalles.

Al menos ocho personas que desaparecieron en el marco del conflicto armado colombiano podrían estar enterradas en seis áreas de interés forense, identificadas en dos municipios del departamento de Tolima. A esa conclusión llegaron los investigadores del Plan Regional de Búsqueda Cordillera Central, pertenecientes a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).

La investigación extrajudicial de este grupo, que tiene cobertura en 12 municipios de este departamento, identificó dos fosas clandestinas y tres espacios de un cementerio veredal en el municipio de Roncesvalles, a 115 kilómetros de Ibagué. También halló una fosa clandestina en Rovira, a 39 kilómetros de la capital tolimense.

Una de las acciones humanitarias que condujeron a estos seis lugares estaba enfocada en encontrar los restos de un hombre que fue asesinado por la extinta guerrilla de las FARC-EP en 1998, cuando tenía 22 años. Fue reclutado a los 12 por el mismo grupo subversivo, pero desertó y huyó para tratar de rehacer su vida como campesino. Finalmente, sus verdugos lo encontraron, lo mataron y ocultaron sus restos en una fosa clandestina.

El hermano del occiso afirmó sentirse animado de estar buscando a su ser querido después de 24 años de incertidumbre. “Así como yo inicié esta búsqueda, ojalá muchas más personas puedan hacerlo también. Quisiera motivar a quienes tienen sus seres queridos desaparecidos a que se acerquen a la Unidad para que se sientan apoyados en esta búsqueda”, aseguró.

Otros municipios del Tolima en los que el Plan Regional de Búsqueda Cordillera Central adelantará acciones humanitarias como esta son: Ibagué —donde hay 291 registros de desaparecidos—, Anzoátegui —con 20 casos—, Cajamarca —que tiene 45 reportes—, San Antonio —con 21 reportes—, Ortega —con 26 casos—, Chaparral —con 134 registros—, Rioblanco —con 80 reportes—, Ataco —que tiene 66 reportes—, Planadas —que tiene 145— y las veredas de Montefrío y Achique en Natagaima —con 61 casos.

Según el Universo de Personas Desaparecidas, en Tolima hay un total de 2.143 reportes de personas en esta condición. El Plan Regional de Búsqueda Cordillera Central tiene la meta de ubicar a 1.314 desaparecidos en este departamento y en el vecino, Huila.

Entregas dignas de cuatro cuerpos en Caldas

El 3 de mayo pasado, la UBPD y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) entregaron los cuerpos de cuatro personas asesinadas en el marco del conflicto armado en el municipio de Samaná (Caldas), ubicado en el Magdalena Medio, considerada una de las comunidades más afectadas por la violencia en Colombia.

Las entidades del Sistema Integral para la Paz, con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, entregaron los restos a sus seres queridos, tras recuperarlos en el Cementerio de San Agustín en octubre de 2020.

“Durante las cuatro entregas dignas el Sistema Integral para la Paz reconoció la valentía, persistencia y dignidad de las familias, sus esfuerzos y disposición para la recolección de información, su presencia y participación en las acciones judiciales y humanitarias de recuperación de los cuerpos y todos los aportes que contribuyeron a la identificación de sus seres queridos y sus entregas dignas”, señalaron la UBPD y la JEP.

Las primeras entregas dignas que realizaron las entidades fueron las de Francisco Javier Buitrago Quiceno, cuyos padres se encuentran en la búsqueda de otros dos hijos que permanecen desaparecidos por hechos relacionados con el conflicto armado en Colombia, y la de Pedro Pablo Molano, un campesino que antes de su desaparición, en 2007, había sido desplazado junto a su familia.

A su vez, las entidades hicieron la entrega de los restos de Salomón Galvis, desaparecido en octubre de 2007, y Pedro Pablo Molano, quien permaneció desaparecido por cerca de 15 años. En los cuatro casos, los familiares participaron de su búsqueda y de iniciativas de memorias y de intercambios de experiencias frente a esta labor que concluyó con la digna sepultura de sus seres queridos realizados en Samaná y en Bogotá, durante marzo y abril de este año.

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