Rodrigo Noguera Calderón, era uno de los árbitros en el caso de conciliación entre: la Cámara de Comercio de Bogotá, el Centro de Gerenciamiento de Residuos (encargados de operar el relleno Doña Juana) y la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos. Esta diligencia pretende determinar si el distrito deberá responder por casi un billón 200 mil millones de pesos los cuales se le entregarían a la gerencia de Doña Juana, la que acusa al distrito por desequilibrios operativos.
Este caso, uno de los más ‘costosos’ de la historiad del país, es arbitrado por el rector de la Universidad Sergio Arboleda, y otros dos abogados: Alberto Yepes y Rodrigo Antonio Durán. Pero la misma alcaldía recusó a Noguera por las investigaciones que se adelantan en su contra, debido a las supuestas irregularidades en los manejos de una fundación.
Según publicó Daniel Coronell una empresa cuyo propietario es el rector Noguera, Juridicasa, habría donado una hacienda de 800 hectáreas a la Fundación para el desarrollo de la Universidad Sergio Arboleda (Fundeusa), y esta fue explotada por una sociedad, también controlada por Noguera, llamada RyZ Guadalupe S.A.S; la cual explotó la propiedad aprovechándose de la exención tributaria que goza esta propiedad por pertenecer a Fundeusa, considerada como una entidad sin ánimo de lucro.
Al parecer la alcaldía visitó las instalaciones de Fundeusa y encontró varias irregularidades en sus libros de contabilidad, principalmente, el hecho que el mayor deudor de la entidad es precisamente el rector de la Sergio Arboleda; lo que motivó a que el distrito solicitara la recusación en el caso de arbitraje.
Pero, precisamente esta recusación no se efectuará, al menos no inmediatamente, ya que Rodrigo Noguera renunció al tribunal de arbitramento; así se reseñó en un informe de Daniel Coronell donde el rector declara:
“Dejo expresa constancia que la renuncia presentada no implica ni constituye aceptación alguna de la validez de las razones en que pretende fundar su solicitud la parte convocada, ni constituye aceptación de los motivos que tuvo el Distrito para iniciar la Investigación Administrativa”.
Al parecer, esta denuncia de las irregularidades en el manejo de la fundación se habría hecho por parte del exdecano Leonardo Espinosa.
A estas investigaciones se suman a las del presunto tráfico de influencias y presiones que derivaron en el traslado de la fiscal Angélica Monsalve al Putumayo, tras imputar a tres miembros de la familia Ríos Velilla en un caso de irregularidades en el tema de recaudo proveniente de los dineros de TransMilenio. Al parecer el rector sería allegado a la fiscal y fue contactado por Alberto Ríos con el propósito que la convenciera de no generar la acusación formal.
Otro de los líos con los que carga el rector y la universidad son los señalamientos de Dairo Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, días antes de su extradición a los Estados Unidos. El ex jefe paramilitar aseguró que la institución tuvo nexos con estos grupos bajo la firma de contratos que los vincularían directamente con dichas organizaciones delictivas. En estos señalamientos, la Sergio Arboleda emitió un comunicado que rechaza y niega las acusaciones, que se están investigando en la Fiscalía General de la Nación, en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría General.
Esto ha motivado que algunos sectores estudiantiles y de egresados de la Sergio Arboleda pidan la renuncia de Noguera de la rectoría, principalmente desde que se conoció que ese despacho se usaba para hacer diligencias oficiales, además de hacer fallos jurídicos.
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