Luego de que una investigación de la Fiscalía General de la Nación señalara la existencia de un sitio de torturas en el sector de San Bernardo, en la localidad de Santa Fe, un grupo de aproximadamente 200 uniformados de la Policía Nacional y el Ejército de Colombia hicieron un operativo sorpresa en la famosa ‘cuadra de la muerte’ durante este martes 10 de mayo.
Las autoridades hicieron registros a algunos sitios comunes de las zonas de tolerancia, como bodegas de reciclaje y pagadiarios, así como al espacio público y quienes lo habitan. El propósito de la intervención fue ofrecer algo de tranquilidad a los habitantes de ese sector, el cual tradicionalmente se dedicaba a la venta de muebles y recibió a fuerza la problemática del Bronx, zona de tolerancia desalojada en 2016.
Con respecto al presunto lugar de torturas, el coronel Wilfrand Méndez, comandante de este operativo, aseguró que solo tienen el reporte de un caso de una persona que falleció en el sitio. Sus restos fueron sacados escondidos en un colchón y abandonados en la calle primera.
En la redada fueron requisadas 97 personas, una de las cuales fue capturada por porte de estupefacientes. También se incautaron 18 armas blancas, cajas de cigarrillos de contrabando y bebidas alcohólicas adulteradas. Por otro lado, la ‘Casa de masajes’, donde se sospecha que ocurrieron las torturas, fue sellada durante diez días por no tener documentación de la Cámara de Comercio de Bogotá para operar.
Además del acompañamiento de la fuerza pública, al lugar acudieron veinte gestores de convivencia del distrito. Este personal pudo convencer a 45 jóvenes en condición de vulnerabilidad para que recibieran la ayuda de Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Adolescencia (Idipron), entidad que prepara a estas poblaciones para la vida y el emprendimiento.
Siete personas en situación de calle también fueron atendidas por la Secretaría de Integración Social. Aquellos jóvenes y adultos que no aceptaron las ayudas sociales del Distrito fueron removidos del lugar junto con sus cambuches. Funcionarios de la UAESP también limpiaron la calle.
La casa de los masajes
Hace dos semanas hubo conmoción en Bogotá por la aparición de diez cuerpos sin vida, depositados en bolsas de basura. Al revisar los cuerpos, se concluyó que los casos podrían estar relacionados entre sí, porque presentaban heridas similares.
Un día después, la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía de Bogotá le reveló a la revista Semana algunos detalles de las indagaciones que vienen realizando sobre los hallazgos de cadáveres abandonados en el espacio público del centro de la capital colombiana y algunas de sus localidades durante el último mes.
Según informaron las autoridades, los crímenes los habrían cometido en las denominadas ‘casas de masajes’ donde las mafias del microtráfico en la ciudad llevan a sus víctimas para torturarlas y posteriormente asesinarlas en lo que sería una guerra por el reacomodamiento de las estructuras criminales que dominan ese negocio ilícito en la ciudad.
Los investigadores explicaron en Semana que en estas aberrantes prácticas, los criminales tienen establecidos horarios de traslado de los restos humanos y cuentan con una logística en que hombres que se movilizan en bicicletas realizan una avanzada para verificar que no haya policías.
Todo esto ocurre, según citaron en esa publicación, porque las estructuras que expenden los estupefacientes se están reorganizando para la distribución de los mismos en las localidades de la ciudad. Incluso manejan la hipótesis de que algunos criminales que llegaron de Venezuela se están rebelando contra sus jefes colombianos para dominar el negocio, lo que ha provocado estos homicidios con sevicia.
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