Ante el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocuurrido este 10 de mayo en Cartagena, la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucia Ramirez, se pronunció para rechazar el hecho. La funcionaria reiteró que las autoridades de ambos países están trabajando conjuntamente para esclarecer el caso. Señaló que el general Jorge Luis Vargas Valencia, comandante de la Policía Nacional de Colombia, es el encargado directo del proceso.
“La posición de Colombia. por supuesto, es la de repudiar, porque esto es un crimen atroz. Las condiciones en las que se dio, las circunstancias, la persona de la que se trataba. El presidente Duque a primera hora habló con el presidente Mario Abdo. El presidente ha pedido que el director de la Policía esté al frente de la investigación para identificar a los autores”, dijo Ramirez.
Siguiendo las órdenes de la Presidencia de la República, una vez se conoció el crimen, el general Vargas tomó “la determinación urgente, rápida, de enviar cinco funcionarios del equipo homicidios del nivel central de la Dirección de Investigación Criminal” a la Isla de Barú (Cartagena, Bolivar) donde sucedió el asesinato.
En medio del avance de la investigación, una de las revelaciones más importantes ha sido la foto de uno de los presuntos asesinos de Pecci. Se trataría de un hombre trigueño, de altura media y aparentemente calvo, o con poco cabello. En la imagen se le ve usando sombrero y ropa negra.
Así mismo, se confirmó que los asesinos estaban a bordo de motos acuáticas y desde allí dispararon directamente contra Pecci. Después, los criminales habrían escapado rumbo a Playa Blanca, un punto a unos 21 kilómetros de distancia de Barú y que sigue dentro de la jurisdicción de Cartagena. Al parecer los asesinos llegaron al mencionado lugar y desde allí continuaron su fuga por vía terrestre.
Las autoridades ya tienen dos hipótesis alrededor del caso. Ambas teorías dan por sentado que el funcionario era objetivo directo del ataque y que su muerte no se debe a un hecho fortuito. Una dice que los criminales persiguieron a Pecci desde Paraguay y decidieron ultimarlo en Cartagena; y la otra, que los asesinos fueron contratados en Colombia por algún emisario de uno de los grupos que estaba investigando Pecci.
Para finalizar, hay que resaltar que en su declaración, la vicepresidenta y canciller Ramírez mencionó que este hecho es lamentable para la reputación de Cartagena. Señaló que:
“El presidente de Paraguay había estado en Colombia muy recientemente, en Cartagena. Y precisamente lo que más le admiró fue la belleza y la seguridad de Cartagena. (...) Este fue un crimen atroz que daño a una familia, a quien aprovechamos para enviar condolencias, pero también afecta miserablemente el nombre de Cartagena, y por supuesto de Barú”, dijo Ramirez.
Hay que recordar que hace dos semanas el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, estuvo en Cartagena reunido con su homólogo colombiano, Iván Duque.
En esa oportunidad los mandatarios firmaron dos instrumentos de cooperación; uno de ellos llamado acuerdo binacional de diálogo y cooperación en materia de D.D. H.H., que permite a los dos países intercambiar información, experiencias y buenas prácticas en materia de derechos humanos. Así mismo, podrán avanzar en el desarrollo de proyectos y actividades académicas relacionadas con el tema y compartir posiciones conjuntas en los principales foros de negociación internacional.
En medio de este relacionamiento económico, también se pretende impulsar una empresa colombiana involucrada en el sector militar y de seguridad. Se trata de COTECMAR, el constructor naval estatal colombiano, que, según la Presidencia de la República, presentará una propuesta para la venta de embarcaciones a Paraguay. El objetivo es llegar a un acuerdo de cooperación naval que fomente la construcción, reparación, mantenimiento y soporte logístico integrado para buques y embarcaciones, así como la transferencia de tecnología.
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